Hoy en día es raro la persona que no lleva el móvil en el gimnasio. La mayor parte saca habitualmente el móvil del bolsillo para comprobar llamadas o mensajes, otros lo utilizan simplemente para escuchar música pero en casi todos los casos llevar el móvil al gimnasio supone una distracción y una pérdida de tiempo.
Es habitual ver a gente que de una hora que está en el gimnasio se pasa media hora hablando por teléfono o dándole a las teclas, reduciendo a la mitad el tiempo efectivo que está en el gimnasio. Con los móviles de última generación la cosa es más complicada, perdemos más tiempo revisando el correo y las redes sociales. Al final la rutina diaria se ve interrumpida por culpa del teléfono móvil.
También es un poco molesto llevar el móvil en el bolsillo y realizar algún tipo de ejercicio, sobre todo aquellos en los que tenemos que sentarnos o el móvil se nos puede caer. En definitiva, llevar el móvil al gimnasio es en la mayor parte de los casos una molestia y una pérdida de tiempo que nos distrae. Dejarlo en los casilleros o en la casa puede ser la mejor opción.
Via: vitonica
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