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15 de agosto de 2009

Recupérate sin dejar de moverte


Sabemos que la recuperación es un componente fundamental para lograr resultados con el entrenamiento, no obstante, un nuevo concepto de recuperación ha llegado que no implica dejar de movernos.

La recuperación pasiva hace referencia al descanso post- esfuerzo, ya sea después de ejercitar el tren inferior para pasar a trabajar otra parte del cuerpo sin movilizar la porción inferior del cuerpo o cuando nos alejamos del gimnasio por 24-48hs para descansar en casa de la rutina de ejercicios y permitir, junto a dieta, que los músculos se recuperen.

Por el contrario, la recuperación activa es la última tendencia para reponer reservas y preparar al cuerpo para un nuevo desafío, consiste en no dejar de entrenar, sino en movernos a intensidad menor, con menos tiempo de dedicación y efectuando ejercicios que favorezcan la circulación sanguínea en la zona trabajada para facilitar así, su recuperación.

Podemos aplicar la recuperación activa en dos momentos diferentes, por ejemplo, entre series de musculación o de trabajo aeróbico para reducir la frecuencia cardíaca, rehidratarnos y volver a comenzar, o bien, después de un esfuerzo intenso como podría ser una competencia.

Después de una carrera de 1 hora de duración, nuestros músculos y todo el organismo necesita recuperarse, por eso, en reemplazo del descanso completo por dos o tres días, podemos empezar a entrenar nuevamente al día siguiente pero caminando, lentamente, estimulando la oxigenación de los músculos, favoreciendo la movilidad del cuerpo y así, alejándolo del estrés que el esfuerzo intenso le produjo.

La recuperación activa ha mostrado sus beneficios que incluyen la eliminación de lactato acumulado en los músculos en menor tiempo, la liberación de endorfinas que reduce el dolor post entrenamiento, la movilidad del cuerpo, la descongestión muscular y la relajación corporal tras haber ejercitado fuertemente.

La recuperación activa también puede emplearse durante la vuelta a la calma, para favorecer la reposición de las reservas usadas y reducir el dolor muscular post entrenamiento.

En definitiva, la finalidad de la recuperación activa es favorecer la eliminación de productos de desecho que se concentran en el cuerpo ante un esfuerzo intenso en menor tiempo, reponer a los músculos más rápidamente y ayudarnos a reducir el dolor sin perder el ritmo de entrenamiento pero al mismo tiempo, no fatigarnos más de lo que estábamos, sino todo lo contrario.

Diferentes actividades de escasa intensidad pueden componer una recuperación activa que beneficie al cuerpo tras ejercitar intensamente, competir o realizar series cortas pero muy fuertes.

Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar