Con el simple hecho de utilizar el caminador o las pesas de un compañero que está resfriado, con hongos, eczema o cualquier otra afección, estás aumentando las chances de contraer gérmenes, así que debes tomar algunas precauciones para evitar posibles contagios.
En primer lugar y como premisa general debes lavarte las manos siempre. Antes y durante el uso del equipamiento del gimnasio es importante que tengas a mano tu jaboncito propio y que recurras lo suficiente al lavabo para eliminar los gérmenes que hay en tus manos. Intenta no tocar tu rostro con tus manos antes de lavártelas.
También puedes limpiar el equipamiento del gimnasio antes y después de que lo utilices. Todos los gimnasios deberían tener botellas de desinfectante en espray para lavarlos. Intenta utilizarlas siempre, y si todos lo hacen en el gimnasio los riesgos de traspaso de gérmenes serán mínimos.
Intenta llevar siempre tu propia toalla. Desde luego que tocar la toalla de otro es un sacrilegio, y siempre debes tener a mano tu propia toalla. Procura poner tu toalla debajo de donde vayas a sentarte, así no entrarás en contacto directo con la transpiración de otros.
Finalmente, intenta permanecer en casa si estás enfermo. Aunque andes resfriado y pienses que puedes rendir en el gimnasio, sé buen compañero y no vayas, pues puedes pasárselo a tus colegas si haces ejercicio con ellos.
Vía: About