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9 de abril de 2009

Sentadillas con fitball, una vuelta de tuerca a la sentadilla habitual

La bola de fitball es una herramienta que cada vez está más extendida en nuestra actividad deportiva, ya que muchos de nosotros la utilizamos como complemento ideal para las rutinas de entrenamiento. Por este motivo es el medio perfecto para trabajar las piernas mediante la realización de sentadillas con fitball.

Todos sabemos que la sentadilla es uno de los ejercicios más completos a la hora de trabajar las piernas, pues entran en acción diferentes músculos como los cuadriceps, isquiotibiales, glúteos y gemelos. Por esto es importante que añadamos este ejercicio a nuestras rutinas de entrenamiento. Realizar la sentadilla con una bola de fitball es una buena opción para incrementar la intensidad del ejercicio y mejorar los resultados.

Para llevar a cabo este ejercicio simplemente debemos hacernos con una bola de fitball que va a ser la principal herramienta que nos va a ayudar a realizar la actividad. Junto a la bola debemos disponer de una pared vertical que es sobre la que vamos a llevar a cabo todo el ejercicio, pues la bola de fitball tiene que deslizarse por ésta pues va a estar en constante movimiento a lo largo de toda la realización de las sentadillas.

Es importante que durante todo el ejercicio ejecutemos correctamente los movimientos y mantengamos recta la espalda para evitar cualquier torsión que pueda desembocar en una lesión. Controlar en cada momento los movimientos es fundamental para una perfecta ejecución. Siempre debemos concentrar el impulso de la actividad en las piernas, ya que ellas van a ser lo motores de la sentadilla. Nunca tenemos que apoyarnos en zonas como la lumbar o las rodillas.

La forma de llevar a cabo el ejercicio es la siguiente. Apoyamos la bola de fitball en la pared y nos recostamos sobre ella apoyando nuestra espalda en la bola. Debemos permanecer seguros durante todo el ejercicio. Las piernas las debemos colocar paralelas, con las puntas de los pies hacia afuera y adelantados un poco de forma que al bajar nunca sobrepasemos las puntas de los pies con las rodillas, ya que de esta manera el empuje lo soportará las rodillas.

Iniciaremos el ejercicio con la vista al frente, los brazos relajados hacia abajo y la espalda totalmente recta. En esta posición nos deslizaremos sobre la bola de fitball, que a su vez lo hará por la pared, hasta lograr bajar formando un ángulo de más o menos 90 grados. Una vez llegados a esta posición volveremos a levantarnos y comenzar de nuevo el ejercicio. Debemos realizar 4 series de 10 a 12 repeticiones cada una.

A lo largo de todo el ejercicio soportaremos nuestro peso que es la resistencia a vencer, además de mantener el equilibrio sobre la bola de fitball que es un obstáculo añadido y que nos dificultará más el desarrollo de la actividad. Desde luego que trabajar de esta manera puede ser una buena solución para variar las rutinas habituales que solemos llevar a cabo.