El agua es el componente más abundante de nuestro cuerpo y mantenerla en niveles normales es de gran relevancia para el adecuado funcionamiento el organismo. El equilibrio hídrico está determinado por sus egresos e ingresos, y la cantidad de agua en el organismo también se encuentra relacionada con los electrolitos del mismo.
Entonces, la concentración de sodio es un buen indicador del volumen de agua, ya que el cuerpo trata de mantener el agua total en niveles normales y por lo tanto, concentraciones regulares de electrolitos. Cuando el sodio es elevado, aumenta la sensación de sed y se orina menos, de esta forma, se diluye el electrolito en más agua, para alcanzar la normalidad de la misma en el organismo. Por el contrario, cuando la concentración de sodio desciende mucho, los riñones excretan más agua para restablecer el equilibrio.
La potomanía constituye el consumo excesivo de agua y puede considerarse un trastorno alimentario, relativamente desconocido, que se caracteriza por un deseo frecuente de beber agua, sin sentir sed específicamente, sino que se produce de manera compulsiva y suele acompañarse de una sensación placentera cuando se ingiere líquidos.
Asimismo, en el afán de evitar el consumo de alimentos y perder peso, se puede abusar del consumo de agua y exceder los 7 litros diarios.
Si la persona cuenta con unos riñones sanos, una hipófisis en condiciones y un corazón que funciona con normalidad, no debería tener inconvenientes, pero si, de manera repetida una persona bebe más de 7 litros por día de líquidos, el sistema de regulación de la sed que se encuentra en el hipotálamo comienza a alterarse y es aquí donde surgen las consecuencias, por no poder mantener el equilibrio de fluidos y electrolitos en el organismo.
El exceso de líquidos en el organismo, puede causar una dilución considerable de electrolitos, y la hiponatremia (sodio bajo en sangre) es una consecuencia grave de la potomanía que impide el correcto funcionamiento del cerebro, los músculos, los órganos en general y el metabolismo. El resultado final puede ir desde náuseas, cefaleas, convulsiones y hasta el coma.
Este trastorno alimentario puede tener como base un síndrome compulsivo, una dieta depurativa en la que sólo se puede ingerir agua, o también, una adicción rara al agua que, al ingerirla, causa placer en el afectado.
Para su tratamiento se requiere un abordaje interdisciplinario que revierta los motivos causantes de la potomanía. No obstante, siempre es mejor prevenir y para ello, no olvides que si bien es necesario hidratarse correctamente, los excesos no son buenos.
Por eso, lo ideal es no superar los 5 litros diarios y menos aún, si estamos en épocas de frío, no realizamos actividad física o no sudamos como en verano. Los requerimientos del agua varían mucho de una persona a otra, pero básicamente, se necesitan entre 1,5 y 3 litros diarios, no más, para mantener el cuerpo hidratado.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar
Entonces, la concentración de sodio es un buen indicador del volumen de agua, ya que el cuerpo trata de mantener el agua total en niveles normales y por lo tanto, concentraciones regulares de electrolitos. Cuando el sodio es elevado, aumenta la sensación de sed y se orina menos, de esta forma, se diluye el electrolito en más agua, para alcanzar la normalidad de la misma en el organismo. Por el contrario, cuando la concentración de sodio desciende mucho, los riñones excretan más agua para restablecer el equilibrio.
La potomanía constituye el consumo excesivo de agua y puede considerarse un trastorno alimentario, relativamente desconocido, que se caracteriza por un deseo frecuente de beber agua, sin sentir sed específicamente, sino que se produce de manera compulsiva y suele acompañarse de una sensación placentera cuando se ingiere líquidos.
Asimismo, en el afán de evitar el consumo de alimentos y perder peso, se puede abusar del consumo de agua y exceder los 7 litros diarios.
Si la persona cuenta con unos riñones sanos, una hipófisis en condiciones y un corazón que funciona con normalidad, no debería tener inconvenientes, pero si, de manera repetida una persona bebe más de 7 litros por día de líquidos, el sistema de regulación de la sed que se encuentra en el hipotálamo comienza a alterarse y es aquí donde surgen las consecuencias, por no poder mantener el equilibrio de fluidos y electrolitos en el organismo.
El exceso de líquidos en el organismo, puede causar una dilución considerable de electrolitos, y la hiponatremia (sodio bajo en sangre) es una consecuencia grave de la potomanía que impide el correcto funcionamiento del cerebro, los músculos, los órganos en general y el metabolismo. El resultado final puede ir desde náuseas, cefaleas, convulsiones y hasta el coma.
Este trastorno alimentario puede tener como base un síndrome compulsivo, una dieta depurativa en la que sólo se puede ingerir agua, o también, una adicción rara al agua que, al ingerirla, causa placer en el afectado.
Para su tratamiento se requiere un abordaje interdisciplinario que revierta los motivos causantes de la potomanía. No obstante, siempre es mejor prevenir y para ello, no olvides que si bien es necesario hidratarse correctamente, los excesos no son buenos.
Por eso, lo ideal es no superar los 5 litros diarios y menos aún, si estamos en épocas de frío, no realizamos actividad física o no sudamos como en verano. Los requerimientos del agua varían mucho de una persona a otra, pero básicamente, se necesitan entre 1,5 y 3 litros diarios, no más, para mantener el cuerpo hidratado.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar