Los estudios indican que el objetivo principal de quienes entrenan con pesos y siguen una dieta es tener un cuerpo más atractivo. Sin embargo, la población en general tiene demasiada grasa en la cintura y no sabe cómo eliminarla. Todos sueñan con lucir unos abdominales planos y marcados, pues a nadie le gusta mirarse en el espejo y ver una barriga redonda. Aquí tenéis siete razones por las que mantener un nivel bajo de tejido adiposo.
1) La grasa, y en especial la de la cintura, contribuye a la aparición de las enfermedades cardíacas y la diabetes de tipo 2. El consumo de ciertos alimentos y la falta de ejercicio físico provocan la acumulación de tejido adiposo en todo el cuerpo, y sobre todo en los muslos, por debajo de los brazos y en las manos, hasta el día que ya no puedes quitarte el anillo. Sin embargo, los médicos están más preocupados por los lípidos que se acumulan en la zona abdominal porque aumentan el riesgo de padecer varias enfermedades; de las cuales, la más conocida es el síndrome de resistencia a la insulina. Este síndrome afecta a millones de personas y conlleva muchos problemas de salud, como la diabetes de tipo 2 y el incremento del colesterol y de la tensión.
No obstante, muchos expertos indican que, aunque se ha demostrado en muchos estudios la conexión entre la grasa abdominal y las enfermedades, no hay explicación aceptada de por qué existe dicha relación. Lo que sí está claro es que las células de grasa regulan la función metabólica y, en el caso de las que están en la cintura, liberan gran cantidad de ácidos grasos. Esta circunstancia deriva en un problema grave de azúcar en sangre y del metabolismo de la insulina con el paso del tiempo.Así pues, esas lustrosas barrigas son algo más que una protuberancia antiestética. La grasa se acumula alrededor de los órganos y aumenta el riesgo de perder sensibilidad a la insulina, que es una hormona imprescindible para el gasto energético. Después, el nivel de insulina disminuye y el cuerpo reacciona aumentando su producción, por lo que finalmente se acentúa el desequilibrio y se acelera el camino hacia la enfermedad.
¿Quién corre peligro?
¿Vuestra zona abdominal está cubierta por una considerable capa de tejido adiposo? Descubrid si supone un peligro para vuestra salud con esta sencilla prueba:
Paso 1: medíos la cintura con una cinta métrica sin que apriete el abdomen. El punto de medición es justo por encima de la cadera. Apuntad el número resultante.
Paso 2: comprobad la cifra. Para no tener problemas de resistencia a la insulina la cintura de los hombres debe medir menos de un metro y la de las mujeres menos de 88 centímetros. Quienes superen estas medidas corren un alto riesgo de tener problemas con la insulina.
Debéis tener en cuenta que cuando se tiene sobrepeso el páncreas produce un exceso de insulina y los tejidos se hacen resistentes a esta hormona, por lo que se puede desarrollar diabetes, hipertensión y dolencias cardíacas. Además, aumenta la ganancia de peso. Un grupo de investigadores analizaron los resultados de un trabajo llamado Physician’s Health Study, que estudió a 22.701 médicos de sexo masculino desde 1982 y descubrieron que los que tenían una cintura de más de 92 centímetros corrían un riesgo mayor de sufrir un infarto de miocardio y que en los de mayor tamaño abdominal el riesgo llegaba al 60%.
2) Tener una cintura delgada ayuda a prevenir el cáncer. Según un estudio realizado en Suecia, la incidencia del cáncer en pacientes obesos es un 33% mayor que entre los delegados. La Organización Mundial de la Salud afirma que un tercio de los casos de cáncer de colon, de riñón y del sistema digestivo son culpa del sobrepeso y la inactividad.
Con esta enfermedad la grasa es un auténtico problema. El cáncer es la consecuencia de una mutación que se produce en las células cuando se dividen, y el tejido graso abdominal incentiva la producción de hormonas que promueven la división celular. A mayor división, mayor riesgo de mutación e incidencia del cáncer. El cáncer colorectal, endometrial, de riñón, esofágico, pancreático y de mama son los más relacionados con los adipocitos.
3) Un exceso de grasa obliga al corazón a esforzarse 10 veces más para bombear la sangre. Además, los vasos sanguíneos se obstruyen progresivamente y dificultan la circulación sanguínea.
4) Mantenerse delgado con el paso de la edad permite conservar la agilidad y moverse con menos esfuerzo. En cambio, quienes engordan terminan por no poder hacer las cosas que les gustan y, cuanto más tiempo pasa, más difícil es perder peso. El ejercicio es vital para mantenerse sano, pero sólo tres de cada cinco personas realizan alguna actividad física. Si no se realiza ejercicio, después de los 30 se gana medio kilo de peso al año. Además, el metabolismo se ralentiza progresivamente. La decisión más inteligente es perder grasa gracias a la dieta y el ejercicio lo antes posible. A largo plazo, vuestro cuerpo os lo agradecerá.
5) La leptina es una hormona que se produce en las células grasas e indica al hipotálamo el nivel de hambre. En concreto, es la encargada de decir al organismo que deje de comer y empiece a quemar energía. Cuando aumentan los cúmulos de grasa, también lo hace la liberación de la leptina, pero llegado a cierto nivel, el cerebro ya no recibe la señal y cree que sufre un estado de hambruna. Como consecuencia, se tiene más hambre y menos tendencia a realizar actividad física. Sin duda es otra buena razón para controlar el nivel de tejido adiposo.
6) No podemos tampoco olvidar que el exceso de grasa causa disfunción eréctil. En cambio, la pérdida de peso tiene el efecto contrario. Un estudio indica que un tercio de los hombres con sobrepeso sufren disfunción eréctil y que tras dos años de tratamiento en una clínica de adelgazamiento, recuperan la actividad sexual.La disfunción eréctil es un problema médico que se suele llamar impotencia y se produce cuando, durante el acto sexual, el hombre no puede conseguir una erección. En muchos casos, esta disfunción se debe a un nivel bajo de testosterona. La producción de testosterona es muy elevada en la pubertad, pero disminuye progresivamente con el paso del tiempo. Tal y como afirma la doctora Autrey Hill: “¿Es la testosterona una fuente de juventud? Para muchos hombres la respuesta es sí”. A su vez, el doctor William Regelcon, indica: “La testosterona puede parar e incluso invertir el proceso de declive físico que causa la pérdida de energía y de lívido. La testosterona restablece el tono muscular y mejora la resistencia. Puede ser la solución para hombres que han perdido interés en el sexo, y en la vida misma.
Para combatir el descenso del nivel de testosterona disponemos de un suplemento llamado Primestrin+. Este producto se compone de plantas utilizadas durante siglos para tratar problemas sexuales, incentivar el crecimiento muscular y la producción de testosterona. Los curanderos han utilizado el ingrediente principal de Primestrin+ (Tribulus terrestris búlgaro) para curar la disfunción eréctil, los desórdenes nerviosos y los dolores de cabeza. En Bulgaria, los hombres han usado esta planta para mejorar su vida sexual. De hecho, varios estudios realizados por la Academia Médica de Bulgaria confirman que el tribulus terrestris es afrodisíaco. Los expertos comprobaron que animales impotentes y sin interés sexual querían aparearse tras haberles administrado esta planta. Otros estudios realizados en Singapur llegaron a las mismas conclusiones y atribuyen a esta planta el incremento de la actividad andrógena.
En otros trabajos se ha comprobado que cuando se consume la cantidad adecuada de tribulus terrestris, como ocurre con Primestrin+, mejora la salud cardiovascular, disminuye el nivel de glucosa, el de colesterol y el de triglicéridos en sangre y aumenta la cantidad de glóbulos rojos, que transportan oxígeno. Además, tiene efecto tras sólo cinco días de tratamiento. Primestrin+ es un suplemento natural que utilizo sobre todo cuando sigo un ciclo de ganancia de masa. Entonces, ¿por qué no comprar cualquier extracto de esta planta? Porque no contienen Absorbal, un incentivador de la absorción que aumenta la eficacia del producto en un 300%. Yo no he notado mejora muscular con el tribus terrestris convencional. En cambio, Primestrin+, de Venice Beach, es otra historia. Probadlo y lo comprobaréis.
7) En caso de poseer una cantidad considerable de tejido adiposo, el riego sanguíneo se llena de factores inflamatorios. Recordad que las células grasas son algo más que cúmulos de lípidos, pues la célula comienza a producir proteínas de señalización, que después sirven a otras células para indicar la inflamación. Al final, los vasos sanguíneos se inflaman y se da el primer paso hacia la aterosclerosis. Los procesos inflamatorios crónicos están relacionados con la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. En los casos más leves, como mínimo producen un resfriado y malestar general.
Si los depósitos de grasa aumentan, éstos se acumulan en sitios donde no deberían estar, como los músculos, el hígado y alrededor de los órganos abdominales. Entonces los problemas de salud empeoran y puede llegar a producirse un fallo hepático.
Es el momento de cambiar
Espero que este artículo os anime a reducir ese exceso de grasa corporal. Tomar la decisión de reducir el volumen abdominal es un gran paso hacia la conservación de la salud a largo plazo.
La dieta y el entrenamiento es uno de los métodos más rápidos para libraros del tejido adiposo
1) La grasa, y en especial la de la cintura, contribuye a la aparición de las enfermedades cardíacas y la diabetes de tipo 2. El consumo de ciertos alimentos y la falta de ejercicio físico provocan la acumulación de tejido adiposo en todo el cuerpo, y sobre todo en los muslos, por debajo de los brazos y en las manos, hasta el día que ya no puedes quitarte el anillo. Sin embargo, los médicos están más preocupados por los lípidos que se acumulan en la zona abdominal porque aumentan el riesgo de padecer varias enfermedades; de las cuales, la más conocida es el síndrome de resistencia a la insulina. Este síndrome afecta a millones de personas y conlleva muchos problemas de salud, como la diabetes de tipo 2 y el incremento del colesterol y de la tensión.
No obstante, muchos expertos indican que, aunque se ha demostrado en muchos estudios la conexión entre la grasa abdominal y las enfermedades, no hay explicación aceptada de por qué existe dicha relación. Lo que sí está claro es que las células de grasa regulan la función metabólica y, en el caso de las que están en la cintura, liberan gran cantidad de ácidos grasos. Esta circunstancia deriva en un problema grave de azúcar en sangre y del metabolismo de la insulina con el paso del tiempo.Así pues, esas lustrosas barrigas son algo más que una protuberancia antiestética. La grasa se acumula alrededor de los órganos y aumenta el riesgo de perder sensibilidad a la insulina, que es una hormona imprescindible para el gasto energético. Después, el nivel de insulina disminuye y el cuerpo reacciona aumentando su producción, por lo que finalmente se acentúa el desequilibrio y se acelera el camino hacia la enfermedad.
¿Quién corre peligro?
¿Vuestra zona abdominal está cubierta por una considerable capa de tejido adiposo? Descubrid si supone un peligro para vuestra salud con esta sencilla prueba:
Paso 1: medíos la cintura con una cinta métrica sin que apriete el abdomen. El punto de medición es justo por encima de la cadera. Apuntad el número resultante.
Paso 2: comprobad la cifra. Para no tener problemas de resistencia a la insulina la cintura de los hombres debe medir menos de un metro y la de las mujeres menos de 88 centímetros. Quienes superen estas medidas corren un alto riesgo de tener problemas con la insulina.
Debéis tener en cuenta que cuando se tiene sobrepeso el páncreas produce un exceso de insulina y los tejidos se hacen resistentes a esta hormona, por lo que se puede desarrollar diabetes, hipertensión y dolencias cardíacas. Además, aumenta la ganancia de peso. Un grupo de investigadores analizaron los resultados de un trabajo llamado Physician’s Health Study, que estudió a 22.701 médicos de sexo masculino desde 1982 y descubrieron que los que tenían una cintura de más de 92 centímetros corrían un riesgo mayor de sufrir un infarto de miocardio y que en los de mayor tamaño abdominal el riesgo llegaba al 60%.
2) Tener una cintura delgada ayuda a prevenir el cáncer. Según un estudio realizado en Suecia, la incidencia del cáncer en pacientes obesos es un 33% mayor que entre los delegados. La Organización Mundial de la Salud afirma que un tercio de los casos de cáncer de colon, de riñón y del sistema digestivo son culpa del sobrepeso y la inactividad.
Con esta enfermedad la grasa es un auténtico problema. El cáncer es la consecuencia de una mutación que se produce en las células cuando se dividen, y el tejido graso abdominal incentiva la producción de hormonas que promueven la división celular. A mayor división, mayor riesgo de mutación e incidencia del cáncer. El cáncer colorectal, endometrial, de riñón, esofágico, pancreático y de mama son los más relacionados con los adipocitos.
3) Un exceso de grasa obliga al corazón a esforzarse 10 veces más para bombear la sangre. Además, los vasos sanguíneos se obstruyen progresivamente y dificultan la circulación sanguínea.
4) Mantenerse delgado con el paso de la edad permite conservar la agilidad y moverse con menos esfuerzo. En cambio, quienes engordan terminan por no poder hacer las cosas que les gustan y, cuanto más tiempo pasa, más difícil es perder peso. El ejercicio es vital para mantenerse sano, pero sólo tres de cada cinco personas realizan alguna actividad física. Si no se realiza ejercicio, después de los 30 se gana medio kilo de peso al año. Además, el metabolismo se ralentiza progresivamente. La decisión más inteligente es perder grasa gracias a la dieta y el ejercicio lo antes posible. A largo plazo, vuestro cuerpo os lo agradecerá.
5) La leptina es una hormona que se produce en las células grasas e indica al hipotálamo el nivel de hambre. En concreto, es la encargada de decir al organismo que deje de comer y empiece a quemar energía. Cuando aumentan los cúmulos de grasa, también lo hace la liberación de la leptina, pero llegado a cierto nivel, el cerebro ya no recibe la señal y cree que sufre un estado de hambruna. Como consecuencia, se tiene más hambre y menos tendencia a realizar actividad física. Sin duda es otra buena razón para controlar el nivel de tejido adiposo.
6) No podemos tampoco olvidar que el exceso de grasa causa disfunción eréctil. En cambio, la pérdida de peso tiene el efecto contrario. Un estudio indica que un tercio de los hombres con sobrepeso sufren disfunción eréctil y que tras dos años de tratamiento en una clínica de adelgazamiento, recuperan la actividad sexual.La disfunción eréctil es un problema médico que se suele llamar impotencia y se produce cuando, durante el acto sexual, el hombre no puede conseguir una erección. En muchos casos, esta disfunción se debe a un nivel bajo de testosterona. La producción de testosterona es muy elevada en la pubertad, pero disminuye progresivamente con el paso del tiempo. Tal y como afirma la doctora Autrey Hill: “¿Es la testosterona una fuente de juventud? Para muchos hombres la respuesta es sí”. A su vez, el doctor William Regelcon, indica: “La testosterona puede parar e incluso invertir el proceso de declive físico que causa la pérdida de energía y de lívido. La testosterona restablece el tono muscular y mejora la resistencia. Puede ser la solución para hombres que han perdido interés en el sexo, y en la vida misma.
Para combatir el descenso del nivel de testosterona disponemos de un suplemento llamado Primestrin+. Este producto se compone de plantas utilizadas durante siglos para tratar problemas sexuales, incentivar el crecimiento muscular y la producción de testosterona. Los curanderos han utilizado el ingrediente principal de Primestrin+ (Tribulus terrestris búlgaro) para curar la disfunción eréctil, los desórdenes nerviosos y los dolores de cabeza. En Bulgaria, los hombres han usado esta planta para mejorar su vida sexual. De hecho, varios estudios realizados por la Academia Médica de Bulgaria confirman que el tribulus terrestris es afrodisíaco. Los expertos comprobaron que animales impotentes y sin interés sexual querían aparearse tras haberles administrado esta planta. Otros estudios realizados en Singapur llegaron a las mismas conclusiones y atribuyen a esta planta el incremento de la actividad andrógena.
En otros trabajos se ha comprobado que cuando se consume la cantidad adecuada de tribulus terrestris, como ocurre con Primestrin+, mejora la salud cardiovascular, disminuye el nivel de glucosa, el de colesterol y el de triglicéridos en sangre y aumenta la cantidad de glóbulos rojos, que transportan oxígeno. Además, tiene efecto tras sólo cinco días de tratamiento. Primestrin+ es un suplemento natural que utilizo sobre todo cuando sigo un ciclo de ganancia de masa. Entonces, ¿por qué no comprar cualquier extracto de esta planta? Porque no contienen Absorbal, un incentivador de la absorción que aumenta la eficacia del producto en un 300%. Yo no he notado mejora muscular con el tribus terrestris convencional. En cambio, Primestrin+, de Venice Beach, es otra historia. Probadlo y lo comprobaréis.
7) En caso de poseer una cantidad considerable de tejido adiposo, el riego sanguíneo se llena de factores inflamatorios. Recordad que las células grasas son algo más que cúmulos de lípidos, pues la célula comienza a producir proteínas de señalización, que después sirven a otras células para indicar la inflamación. Al final, los vasos sanguíneos se inflaman y se da el primer paso hacia la aterosclerosis. Los procesos inflamatorios crónicos están relacionados con la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. En los casos más leves, como mínimo producen un resfriado y malestar general.
Si los depósitos de grasa aumentan, éstos se acumulan en sitios donde no deberían estar, como los músculos, el hígado y alrededor de los órganos abdominales. Entonces los problemas de salud empeoran y puede llegar a producirse un fallo hepático.
Es el momento de cambiar
Espero que este artículo os anime a reducir ese exceso de grasa corporal. Tomar la decisión de reducir el volumen abdominal es un gran paso hacia la conservación de la salud a largo plazo.
La dieta y el entrenamiento es uno de los métodos más rápidos para libraros del tejido adiposo