Eso de llegar al gimnasio y tirarse una hora en la misma máquina de cardio puede acabar aburriendo. Yo recomiendo probar cada una de las máquinas el primer día, sin mucha intensidad, simplemente haciendo un reconocimiento de cómo funcionan y asegurándonos de que hacemos bien el gesto.
En el gimnasio te puedes encontrar la típica cinta andadora, bicicletas, elípticas, escaladoras y máquinas de remo. Los primeros días puedes probar a hacer cinco minutos en cada una de las máquinas, así te resultará más entretenido y también podrás comprobar qué máquina te parece más fácil, más intensa o la que ves que más te gusta. También puedes alternar una máquina cada día.
Para ejercitarse en las máquinas de cardio también tendremos en cuenta el uso de una toalla y de agua, porque ten por seguro que el sudor acabará apareciendo.
Y recuerda que no solo de cardio se vive en el gimnasio, también puedes hacer pesas y clases colectivas. Las máquinas son un complemento más que te ayudan a ponerte en forma, tienen sus pros y contras, pero si al principio se toma como el único elemento, se corre el riesgo de caer en el aburrimiento.