Existen multitud de falsas creencias en que ciertas frutas poseen
propiedades adelgazan o queman grasa, lo cierto es que no hay ninguna
fruta que nos haga perder peso. Pero si que nos pueden ayudar bastante a
no coger peso.
Las frutas quemagrasas mas populares han sido por excelencia la piña, el pomelo y la manzana. Existen falsas creencias desde hacer dieta
solo a base de una fruta hasta tomarla en ayunas para adelgazar.
Algunas de estas estrategias tienen resultados positivos a corto plazo
de perdida de peso, pero nefastas consecuencias a medio y largo plazo.
Hacer las típicas dietas depurativas de estar varios días solo comiendo
fruta, no tiene mucho sentido. Estamos limitando el aporte de nutrientes
importantes y tendremos una alimentación muy deficitaria, el ser humano
no es una especie herbívora que se alimente
de solo de fruta. Es cierto que la fruta es muy baja en grasa, pero
esto no es tan importante como el aporte calórico total en carbohidratos
simples o de índice glucémico elevado, al final es como consumir
grandes cantidades de glucosa y fibra que no pueden llevar a estados de
hiperglucemia con almacenamiento en forma de grasa con el excedente.
Por otra parte comer solamente fruta, a pesar de generar picos de glucemia en sangre, puede suponer una dieta hipocalórica
que nos hará perder peso en poco tiempo, pero que a medio plazo
determinará un coste metabólico menor y la entrada en un mecanismo
ahorrador de nuestro organismo, necesitando cada vez menos calorías y
acumulando grasa de forma más eficiente. El final lo único que
conseguiremos es un organismo con el sistema inmune debilitado,
ahorrador y fatigado a la mínima exigencia de ejercicio físico.
Consumir determinadas frutas pensando que por alguna alquimia misteriosa
quemarán grasa, es un criterio sin fundamento alguno. Todas las frutas o
zumos aportan calorias, todas aportan energía, ninguna quema la grasa.
Lo que si es cierto es que determinadas frutan tienen propiedades
interesantes para conseguir pautas de alimentación mas equilibradas,
saludables y que nos ayudarán al menos a no ganar peso.
En este sentido, la piña contiene bromelina, que es una enzima con
acción proteolítica (que rompe las moléculas proteicas) para una mejor
asimilación de los aminoácidos que las componen. Esta encima se
encuentra en altas concentraciones en el tronco de la piña que es la
parte más fibrosa, por tanto aporta gran cantidad de fibra con efecto
saciante y mejora la digestión, pero no adelgaza.
De las frutas ácidas, el pomelo siempre ha sido una de las frutas más utilizada en las clásicas dietas de adelgazamiento.
Se pensaba que consumido en ayuno quemaba las grasas, una creencia
totalmente falsa y sin sentido alguno. Si es cierto que posee excelentes
propiedades antioxidantes y que actúa como diurético y laxante,
ayudando a depurar nuestro organismo. Por otra parte, estas frutas
acidas como la naranja o el limón combinados con alimentos de pH básico
como la leche puede causar digestiones difíciles.
La sandia, nos aporta gran cantidad de agua, tiene pocas calorías pero
su glucemia es muy elevada, es decir, es como si estuviéramos
consumiendo prácticamente agua con azúcar. Esta fruta es muy adecuada
para favorecer la recuperación inmediatamente posterior al ejercicio
cardiovascular, aporta azucares de rápida asimilación y nos hidrata. Si
te das cuenta, por esta razón se suele dar a corredores al final de una
prueba.
La única fruta que no aporta calorías… es la que se queda en el plato.
Beneficios de las frutas que nos ayudan a perder peso
- Las frutas consumidas entre horas nos ayudan a regular los
niveles de glucemia, sobre todo aquellas de moderado y bajo índice
glucémico, evitando la sensación de hambre y evitando situaciones de
gula.
- Combinadas con ciertos grupos de alimentos favorecen los procesos digestivos.
- Aportan fibra dando sensación de plenitud y descendiendo el índice glucémico de los hidratos de carbono