En este blog encontraras respuestas y soluciones practicas a todas sus preguntas sobre nutrición, suplementación, rutinas, dietas, pilates, aerobicos, ejercicios, fisicoculturismo y mucho más.

-

28 de diciembre de 2012

Por qué tienes que encontrar la motivación para hacer ejercicio

Básicamente porque con motivación haces cosas…

Es simple, con motivación mantienes el entusiasmo y las ganas de llevar un programa de entrenamientos regular y saludable. Como tienes que hacer ejercicio todos los días si quieres vivir bien, o porque te lo prescribe tu médico o porque sabes que tu manera de vivir actual está empeorando en vez de mejorar tu calidad de vida; no es bueno que lo hagas con una mentalidad y una actitud negativas. Es deir, aún habrá días en que nos sentiremos cansados o que cualquier cosa será la excusa perfecta para no hacerlo, pero esos serán los menos.

La motivación es alimentar tus ganas de hacer aquello que de todas formas tienes que hacer. Es tener razones y motivos que contribuyan a que podamos lograr lo que queremos lograr. Y las ganas que alimentes pueden tener un gran impacto en los resultados que consigues, en especial si conviertes el comer sano y ejercitarte en la prioridad número uno.

Tips para lograr esa motivación

El ejercicio es un tiempo para ti. Es un momento íntimo, exclusivamente tuyo. Te mereces ese tiempo, te mereces dedicarte a ti.

Llegar a la noche y arrepentirte porque no tuviste una hora para tu salud y bienestar puede ser perjudicial. Para evitar el arrepentimiento encuentra el tiempo para ejercicio, que sea un compromiso al que no puedes faltar.

Un diario de entrenamiento. Ver una foto de cuando eras sedentaria y compararla con una foto de 3 meses posteriores te dará ina inyección de energía, literarlmente. Pero si además te pones a ver todos los datos de tu diario de entrenamiento y cómo has mejorado y todo lo que has logrado, todo eso tiene el potencial de disparar tu motivación por las nubes. Por ejemplo, ver cuántos kilos levantas ahora, o cuántos kilómetros has recorrido desde que comenzaste, o bien cuántos kilos perdiste es un incentivo que añade más días de entrenamiento a tu vida.

Tener objetivos. Si hay algo poderoso, eso es tener una meta a la cual aspirar. Realmente no hay nada que se le compare. Cuando tienes un objetivo tienes un propósito, eso le da sentido a tu entrenamiento y a tu alimentación. Ponte objetivos y comprometete a cumplirlos. Te entrenarás con más fuerza que nunca.

Espera cosas buenas. Desarrolla la mentalidad de esperar el éxito y que solo vienen cosas buenas con el ejercicio y con volverte más sano. Anticipa tus resultados y no te detengas hasta conseguirlos.

Visualiza. Imagínate más delgada, con un mejor estado atlético, con un cuerpo más tonificado y energizado e imagínate y siente cómo será cuando lo logres, cómo te sentirías si ya lo tuvieras. Esta forma de ensayo es utilizada por los grandes atletas del mundo, y funciona.

Un poderoso alivio, un inmenso motivo. ¿Tu trabajo te agota? ¿Muchas cargas familiares? ¿los hijos? ¿muchas responsabilidades? El ejercicio ayuda a aliviar las tensiones y el estrés. Puedes motivarte en ese sentido también.

Un coach de fitness. Que alguien además de ti te dedique tiempo es un poderoso motivador si puedes pagarte uno. Busca alguien que te entrene y empuje tus límites.