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15 de agosto de 2010

¿Moverse más o comer menos?

Ejercicio y control de peso son dos cosas que han de ir ligadas. Muchos programas para perder peso se centran casi exclusivamente en una reducción de la ingesta calórica, y se despreocupan del gasto de energía.

Los trabajos de tipo mixto, aeróbico y anaeróbico, con gasto total de energía alto son los mejores para perder peso, pero recuerda que los ejercicios que inciden sobre una parte específica del cuerpo no reducen la grasa de esta zona. Los factores que controlan el almacenamiento de grasas son principalmente genéticos y hormonales.

Los resultados de numerosos estudios nos ofrecen datos concluyentes. Se observa cómo la práctica regular de ejercicio físico, de resistencia o de fuerza muscular, se relaciona con una disminución significativa de la cantidad de grasa corporal. Si bien es cierto que la combinación de ejercicio físico regular y el seguimiento de una alimentación adecuada produce mayores efectos sobre la pérdida de grasa del cuerpo.

Por otra parte, el entrenamiento de fuerza, además de aumentar la fuerza máxima, mejora la capacidad para aguantar durante el mayor tiempo posible un esfuerzo muscular, como subir varios pisos de escaleras. Asimismo, el entrenamiento de fuerza puede producir efectos beneficiosos sobre el metabolismo energético en la medida que aumenta el gasto calórico, reduce el porcentaje de tejido graso, mantiene metabólicamente activa la masa muscular y mejora la acción de la insulina.

¿Por qué es importante hacer ejercicio físico cuando se trata de perder peso?

1º) Se sabe que una persona que pierde peso haciendo sólo dieta, de cada 4 kilos perdidos aproximadamente 1 es músculo, de ahí la importancia de que dieta y ejercicio vayan unidos.

2º) Porque evita la reducción del metabolismo de reposo que se produce inevitablemente cuando sólo se sigue una dieta. Se sabe que este metabolismo de reposo puede bajar hasta un 20%; es decir, en el organismo se produce una cierta resistencia a perder peso cuando sólo se reduce la ingesta.

3º) Porque puede mejorar las cifras de la tensión arterial del colesterol y de los triglicéridos incluso aunque no se haya perdido peso.

4º) Porque mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física. Todo esto va a ser clave para poder seguir entrenando sin demasiadas dificultades.

5º) Porque mejora el sentimiento de bienestar y autoestima.

6º) Porque es mucho más probable que aquellas personas que han perdido peso, puedan mantener esta pérdida si siguen realizando ejercicio físico de forma regular. Sin embargo, un porcentaje muy elevado de personas, después de haber perdido varios kilos de peso, recuperan esos kilos en unos meses porque abandonan la dieta y no realizan ejercicio físico.

Via: runners