Un plato de pasta equivale a 200g en cocido, lo cual representa mucho menos en crudo, cuando aun no se absorbió el agua de cocción. Esta cantidad una vez cocida y sin agregados aporta:
Como podemos ver, su composición es muy noble y sus calorías derivan, sobre todo, de los hidratos de carbono complejos. Además, contiene cantidades variables de micronutrientes, como se presenta a continuación:
Por supuesto, la mayor parte de las veces no consumimos las pastas sin agregados, sino que como mínimo, solemos incorporar una cucharada de aceite, lo cual agrega unas 135 Kcal, derivada de 15 gramos de grasas saludables, sobre todo, si usamos aceite de oliva que además, adiciona sabor al plato.
Si además de aceite de oliva incorporamos un tomate pequeño en cubos, incorporamos 10 gramos de hidratos de carbono, antioxidantes, vitamina C, sodio y otros minerales y sólo se incrementa en 40 Kcal el valor energético del plato.
Por supuesto, si en lugar de aceite de oliva y tomate agregamos nata, estamos incorporando unas 70 Kcal provistas prácticamente por grasas saturadas. Entonces, prestemos atención a los saborizantes y salsas que incorporamos a la pasta, pues condicionan grandemente el valor nutricional de la preparación.
Personalmente, con un poco de aceite de oliva y albahaca disrfuto de un buen plato. Sino, agregar brócoli hervido o tomate en cubos es una buena opción, colorida y nutritiva.