Para llevar a cabo este ejercicio es necesario que tengamos un alto control sobre nuestro cuerpo para ejecutar correctamente este ejercicio y así incidir de la mejor manera sobre los músculos de la espalda que es lo que buscamos con la realización de esta rutina de entrenamiento de espalda.
Para realizar este ejercicio colocaremos la barra en la esquina, contra la pared, en la punta de la barra que queda más alejada de la pared colocaremos los discos de peso y el agarre que asiremos con ambas manos. Nos colocaremos con la barra entre las piernas mirando hacia los discos. Las piernas las colocaremos ligeramente separadas con las rodillas ligeramente flexionadas y la espalda inclinada hacia delante y siempre recta. Comenzaremos con los brazos estirados y lo que haremos será llevar el peso hacia arriba concentrando todo el empuje en los dorsales.
El tronco permanecerá paralelo al suelo o inclinado cuarenta y cinco grados con respecto al suelo. Mantener las rodillas flexionadas nos servirá para eliminar tensión de la parte lumbar y evitar así sobrecargar esta zona. Algo similar sucederá con la colocación de los codos, y es que si los separamos del tronco incidiremos más en el dorsal superior y si los juntamos al tronco trabajaremos más sobre el dorsal inferior.
Este ejercicio se puede realizar de diferentes maneras, ya que podemos hacerlo con ambas manos y trabajar a la vez las dos partes del cuerpo, o por el contrario podemos trabajar cada parte del dorsal por separado si elevamos el peso a una sola mano. Si lo hacemos con ambas manos colocaremos la barra en el centro del cuerpo para equilibrar el peso, y si lo llevamos a cabo con una sola mano la barra la colocaremos en el lado con el que estemos trabajando, ya que será este el que tendrá que elevar el peso.