Por norma general el aumento de carga en los ejercicios se debe a una evolución en lo muscular. A pesar de todo en muchas ocasiones estos progresos se ajustan a algunos ejercicios en concreto y a una determinada rutina. A causa de esto cuando cambiamos la rutina y realizamos otros ejercicios es necesario que disminuyamos la carga que utilizamos, ya que el cuerpo debe acostumbraras a los nuevos ejercicios y el aumento de carga no es la mejor forma de hacerlo.
Algo similar sucede cuando queremos incluir nuevos ejercicios a los ya existentes o se nos antoja complicar los que ya realizamos. Cuando esto sucede nos estamos enfrentando a un nuevo reto en el que debemos adoptar nuevas posturas que todavía no controlamos del todo, y por ello es necesario que antes de aumentar la carga sepamos cómo se desarrolla el ejercicio en cuestión. En toda novedad existe un proceso de aclimatación y adaptación por parte del organismo, y en este caso debe ser así antes de aumentar el peso que vamos a levantar, ya que si no es así corremos el riesgo de lesionarnos.
Otro momento en el que es necesario que disminuyamos las cargas es en periodos en los que hemos dejado de entrenar durante un largo tiempo y reanudemos los entrenamientos. En estos momentos el cuerpo no se encuentra como antes de dejarlo. Es cierto que los músculos recuerdan y que rápido se recuperaran, pero mientras tanto no debemos utilizar la misma carga que levantábamos antes de dejarlo, pues corremos el riesgo de hacernos daño, ya que al fin y al cabo es un proceso de aclimatación como otro cualquiera en el que prima la costumbre y el control de los ejercicios frente a las cargas.
En épocas de desgaste y cansancio la disminución de la carga es algo habitual, y es que nuestro cuerpo no se encuentra en su mejor momento debido a varios motivos que pueden ir desde la debilidad emocional hasta la falta de nutrientes derivada de una mala alimentación. En estos momentos lo peor que podemos hacer es entrenar e intentar aumentar la carga, ya que el resultado no será el deseado y además corremos el riesgo de hacernos daño y empeorar la situación. En estos casos lo mejor es descansar y recuperarnos para luego volver con más fuerza.