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29 de enero de 2010

Mejorar a nivel nervioso para ser más fuerte

La fuerza es una capacidad nerviosa, y es por ello que el Sistema Nervioso Central es la clave para poder desarrollarla. No basta con tener una musculatura voluminosa y trabajada, sino que hay que estimular al cuerpo a emplearla.

En distintos artículos hemos resaltado que para trabajar la fuerza en sus distintas manifestaciones es necesario emplear ejercicios que trabajen la coordinación de distintos músculos, ya que se trata de una cualidad motora, la cual no se puede trabajar aislando partes del cuerpo.

Sin embargo, es habitual encontrar en salas de musculación trabajos en los que se dice querer "ganar fuerza" y no hacen más que aumentar la musculatura sin exprimir su potencial. En el libro "Power to the People" (2000), Pavel Tsatsouline afirma: "Tus músculos ya tienen la fuerza para levantar un coche, lo único que sucede es que no lo saben".

Si bien la idea puede sonar alocada en un principio, encierra una gran realidad. En la gran mayoría de las circunstancias nuestos músculos no explotan toda la fuerza que realmente tienen (fuerza potencial). El nivel que manifiestan los músculos en situaciones normales es denominado Fuerza Límite, y aquella diferencia entre el potencial y el límite en situaciones normales es el Déficit de Fuerza.

Un entrenamiento de la fuerza intenta estimular el sistema nervioso se forma que el déficit sea menor. Es por ello que se deben estimular las unidades motoras que envíen las órdenes a los músculos para que estos puedan emplear su fuerza potencial.

También se debe considerar el trabajo que un entrenamiento de fuerza tiene sobre los receptores sensoriales ubicados en músculos y tendones. Estos pueden actuar de forma negativa o positiva para los fines que perseguimos. En el primero de los casos mediante mecanismos de defensa que tienden a frenar los movimientos musculares cuando la tensión es excesiva.

Sin embargo, otros receptores como los husos musculares provocan lo que se denomina reflejo miotático, es decir una fuerza que lleva a los músculos a la contracción.

Desde luego que mientras mayor sea el músculo más potencial de fuerza se tendrá, pero para esto será necesario un entrenamiento que atienda a las cuestiones nerviosas, empelando ejercicios básicos que atiendan a la coordinación inter e intra muscular y que se adecuen al, tipo de fuerza que se busca. Es decir, a la forma adecuada de estimular los músculos.

Sólo así, estos podrán enterarse de la fuerza que tienen.

Por David Flier para FitnessOnline.com.ar