En la mayoría de las personas existe la creencia de que en una dieta de adelgazamiento el pan no tiene lugar, pero si tienen presencia las tostadas, es decir, rebanadas de pan modificadas por calor. ¿Cuál de las dos opciones es más conveniente?
El pan no engorda, sino que ésta creencia no es más que un mito que necesita ser derribado, por ende, en una dieta de adelgazamiento el pan puede estar presente, sólo debemos controlar la cantidad ingerida.
Por otro lado, la mayor parte de la gente argumenta que son mejor las tostadas, porque.... ¿tienen menos calorías? En realidad, ésto no es así. Las tostadas no engordan menos ni tienen menos calorías que el pan, ya que se trata del mismo alimento modificado por calor y éste, lo único que hace es evaporar agua y secar el alimento, sin alterar su composición nutricional.
Entonces, las tostadas tienen, cómo única diferencia frente al pan, menos contenido acuoso, pero poseen igual calorías que la misma cantidad de pan.
No obstante, con las tostadas ya elaboradas, necesitamos masticar más, porque la textura ha cambiado a causa de la pérdida de agua y por lo tanto, el alimento está más duro. Ésta mayor masticación puede enlentecer el proceso de ingesta y además, favorecer la saciedad en mayor medida que si consumimos pan fresco.
Por otro lado, el pan fresco puede resultar más gratificante al paladar, más fácil de consumir y por ende, lo comemos en mayor cantidad.
Éstas razones son válidas para optar por las tostadas para adelgazar, si notamos que nos sucede lo antes dicho. Pero es importante entender que las calorías y los nutrientes son idénticos.
Incluso, la tostada se digiere más rápidamente y con menos esfuerzo para el aparato digestivo que el pan fresco, por lo tanto, nuestro cuerpo quemará menos calorías en metabolizar una tostada que una rebanada de pan fresco.
Éste menor costo digestivo de la tostada puede ser beneficioso en casos de gastritis, dónde necesitamos ayudar al estómago a digerir.
En definitiva, para adelgazar, sólo es importante conocernos y elegir en función de eso, pero si sabemos que controlamos la cantidad consumida y las tostadas no nos gustan o no satisfacen nuestro apetito aunque tengamos que masticar más, podemos escoger pan sin inconvenientes, sin culpas y consumirlo en cantidades apropiadas sin interferir en el descenso de peso.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar