Hace días atrás comentábamos cómo puede variar el peso corporal cuando realizamos ejercicio y la realidad es que podemos, con ayuda de la actividad, aumentar, perder o mantener el peso, pero los beneficios del ejercicio para la salud no se discuten y por eso, decidimos mostrar diferentes formas de comprobar sus efectos sobre el organismo.
- Respiración: a medida que pasan los días de actividad física, seguro sientes un cambio en la oxigenación de tu cuerpo, no sólo cuando estás en pleno esfuerzo.
- Sueño nocturno: hay quienes hasta reducen sus ronquidos y pueden disminuir la somnolencia diurna al descansar mejor por la noche.
- Presión arterial: cuando estamos inactivos por mucho tiempo, todo el cuerpo lo siente, pero es especial la diferencia en la circulación sanguínea y por ende, en la presión arterial, de una persona activa y sedentaria.
- Humor: el ejercicio libera endorfinas, y con un parámetro tan subjetivo como el humor, de seguro notarás el efecto positivo de la actividad física. El mejor estado de ánimo, a su vez, conlleva beneficios para la salud.
- Rendimiento intelectual: en quienes comienzan a ejercitarse y abandonan el sendentarismo, mejora el estado de alerta, la concentración, la memoria y demás cualidades intelectuales.
- Agilidad: si dejas de lado la inactividad física, pues seguro te sentirás más liviano, con mayor agilidad y ésto repercute en tu autoestima grandemente.
Éstos son algunos sencillos indicadores para tener en cuenta cuando dejamos a un lado el sedentarismo y nos ponemos en movimiento, aunque por supuesto, existen otros parámetros objetivos que mejoran como el colesterol, por ejemplo, y otros subjetivos como pueden ser la forma física, la estética y demás.
Es notable como cuando dejas de hacer actividad física por unos meses te cansas con sólo correr pocos metros y cuando regresas a la actividad física, la mejoría es notable.
Via: vitonica