Si decides ponerte en forma surge una pregunta inevitable: ¿cuánto tiempo es el necesario para ver resultados concretos? La respuesta no es precisa, pero sí estimativa: 16 semanas, es decir, 4 meses. Parece mucho, pero si consideras que los problemas de peso e inactividad física suelen traerse de mucho tiempo, incluso años y hasta toda una vida, el tiempo en realidad es relativamente corto.
La buena noticia es que en 4 meses tu cuerpo puede cambiar totalmente, y no volver a ser el de antes. Por supuesto, siempre hablando de sobrepeso y sedentarismo y no de obesidad. En casos de obesidad los avances están directamente relacionados con el tratamiento médico, aunque todo lo que hagas de manera saludable respecto a alimentación y ejercicio potenciará los resultados médicos.
Más aun, cuando encaras un proceso de adelgazamiento basado en un cambio de hábitos (sobre alimentación y ejercicio), tu cuerpo cambia desde el primer día: te sientes más liviana y con más energía. A la semana ya puedes ver avances en tu cuerpo. A las tres semanas los cambios son notables y al verte distinta tomas el aliento necesario para continuar con el proceso de cambio. A las doce semanas tu estado de bienestar es increíble y tu cuerpo sufre un cambio visual que todos notan. A las dieciséis semanas definitivamente ya no eres la misma persona, incluso un resplandor irradia de tu interior y eso contagia a los demás.
Beneficios y más beneficios
Desde el punto de vista estético, un cuerpo que se entrena durante 16 semanas seguidas es un cuerpo tonificado, firme y con un porcentaje menor de grasa. La ropa luce distinta y la sensación de plenitud es tan grande que quieres llevarte el mundo por delante.
Todos te miran y tu nivel de autoestima se va a las nubes. Consideras que eres capaz de grandes cosas, pues apenas dieciséis semanas atrás todo parecía imposible. Solucionar un problema de “kilos de más” es un desafío que trasciende los límites de la estética y la salud, es un desafío personal que prueba en realidad todo aquello que puedes llegar a conseguir. Bajar de peso es una experiencia sumamente motivadora, una pelea digna de aceptar que trae consigo muchos beneficios extras. Nadie debería dejarla pasar, sobre todo en lo que actividad física se refiere. Interiorizar el hábito de mover el cuerpo regularmente es como recibir "maná del cielo", es plenitud y felicidad perdurables. Un óptimo estado físico, una aptitud física excelente, un estado “fitness”, es algo que todos podemos alcanzar, sólo debemos tomar la decisión de hacerlo.
Por: Mariano Salvador Orzola
La buena noticia es que en 4 meses tu cuerpo puede cambiar totalmente, y no volver a ser el de antes. Por supuesto, siempre hablando de sobrepeso y sedentarismo y no de obesidad. En casos de obesidad los avances están directamente relacionados con el tratamiento médico, aunque todo lo que hagas de manera saludable respecto a alimentación y ejercicio potenciará los resultados médicos.
Más aun, cuando encaras un proceso de adelgazamiento basado en un cambio de hábitos (sobre alimentación y ejercicio), tu cuerpo cambia desde el primer día: te sientes más liviana y con más energía. A la semana ya puedes ver avances en tu cuerpo. A las tres semanas los cambios son notables y al verte distinta tomas el aliento necesario para continuar con el proceso de cambio. A las doce semanas tu estado de bienestar es increíble y tu cuerpo sufre un cambio visual que todos notan. A las dieciséis semanas definitivamente ya no eres la misma persona, incluso un resplandor irradia de tu interior y eso contagia a los demás.
Beneficios y más beneficios
Desde el punto de vista estético, un cuerpo que se entrena durante 16 semanas seguidas es un cuerpo tonificado, firme y con un porcentaje menor de grasa. La ropa luce distinta y la sensación de plenitud es tan grande que quieres llevarte el mundo por delante.
Todos te miran y tu nivel de autoestima se va a las nubes. Consideras que eres capaz de grandes cosas, pues apenas dieciséis semanas atrás todo parecía imposible. Solucionar un problema de “kilos de más” es un desafío que trasciende los límites de la estética y la salud, es un desafío personal que prueba en realidad todo aquello que puedes llegar a conseguir. Bajar de peso es una experiencia sumamente motivadora, una pelea digna de aceptar que trae consigo muchos beneficios extras. Nadie debería dejarla pasar, sobre todo en lo que actividad física se refiere. Interiorizar el hábito de mover el cuerpo regularmente es como recibir "maná del cielo", es plenitud y felicidad perdurables. Un óptimo estado físico, una aptitud física excelente, un estado “fitness”, es algo que todos podemos alcanzar, sólo debemos tomar la decisión de hacerlo.
Por: Mariano Salvador Orzola