Siguiendo con los ejercicios adecuados para trabajar el tren inferior, existe uno que se sale de lo habitual y que puede sernos muy útil para mejorar el estado de los glúteos y los cuadriceps. Se trata del paso de gato o Cat Walk.
A la hora de entrenar las piernas, como nos sucede en muchos casos con el resto de músculos del cuerpo, solemos caer en la monotonía y la mayoría de ejercicios dejan de ser efectivos. Por este motivo es fundamental intentar cosas nuevas que nos permitan desarrollar nuestros músculos de forma sencilla y divertida. Este ejercicio es un claro ejemplo, y es que mediante la imitación del paso de los gatos vamos a conseguir un completo trabajo de parte de las piernas.
Para la realización de este ejercicio simplemente necesitaremos las ganas y un lugar en el que llevarlo a cabo, ya que con la destreza de nuestro cuerpo y el peso del mismo será más que suficiente para llevar a cabo este ejercicio en el que debemos mantener el equilibrio y controlar a la perfección cada uno de los movimientos de nuestro cuerpo para poder obtener los resultados buscados. Se trata de un ejercicio que concentra todo el movimiento en la parte inferior y media del organismo, ya que en ningún momento apoyamos nada más que las palmas de las manos y las puntas de los pies.
Es necesario que a la hora de realizarlo dispongamos de un lugar amplio donde poder desplazarnos. De esta manera debemos colocarnos en posición para comenzar el ejercicio. La manera de hacerlo será ponernos a cuatro patas, de modo que las palmas de las manos queden pegadas al suelo paralelas, las rodillas dobladas, sin tocar el suelo, y solamente apoyados con la punta del pie. En esta posición debemos contraer el abdomen para mantener mejor el equilibrio y no perder la postura.
Partiendo de esta postura comenzaremos a desplazarnos hacia adelante adelantando el brazo derecho y a la vez la pierna enfrentada, es decir, la izquierda, y acto seguido el brazo izquierdo y la pierna derecha. De este modo lograremos desplazarnos mediante la fuerza de los cuadriceps y el glúteo. Para comenzar podemos realizar series de cuatro desplazamientos hacia delante y cuatro hacia detrás, ya que es importante que el recorrido lo hagamos a la inversa.
Es fundamental que a lo largo de todo el recorrido mantengamos la espalda recta y evitemos posturas forzadas que a la larga pueden pasarnos factura y derivar en una lesión. Es necesario concentrar toda la tensión del ejercicio en la parte trabajada. A lo largo del recorrido debemos evitar pegar las rodillas al suelo, ya que es importante mantener los cuadriceps en tensión y así incidir mucho más sobre estos músculos y conseguir un mayor desarrollo. Para ello tenemos que adoptar una postura con el ángulo idóneo para trabajar al máximo, es decir, no tenemos que elevar mucho la espalda ni el trasero, ni tampoco bajarlo en exceso para obtener los mejores resultados.
Via: vitonica
A la hora de entrenar las piernas, como nos sucede en muchos casos con el resto de músculos del cuerpo, solemos caer en la monotonía y la mayoría de ejercicios dejan de ser efectivos. Por este motivo es fundamental intentar cosas nuevas que nos permitan desarrollar nuestros músculos de forma sencilla y divertida. Este ejercicio es un claro ejemplo, y es que mediante la imitación del paso de los gatos vamos a conseguir un completo trabajo de parte de las piernas.
Para la realización de este ejercicio simplemente necesitaremos las ganas y un lugar en el que llevarlo a cabo, ya que con la destreza de nuestro cuerpo y el peso del mismo será más que suficiente para llevar a cabo este ejercicio en el que debemos mantener el equilibrio y controlar a la perfección cada uno de los movimientos de nuestro cuerpo para poder obtener los resultados buscados. Se trata de un ejercicio que concentra todo el movimiento en la parte inferior y media del organismo, ya que en ningún momento apoyamos nada más que las palmas de las manos y las puntas de los pies.
Es necesario que a la hora de realizarlo dispongamos de un lugar amplio donde poder desplazarnos. De esta manera debemos colocarnos en posición para comenzar el ejercicio. La manera de hacerlo será ponernos a cuatro patas, de modo que las palmas de las manos queden pegadas al suelo paralelas, las rodillas dobladas, sin tocar el suelo, y solamente apoyados con la punta del pie. En esta posición debemos contraer el abdomen para mantener mejor el equilibrio y no perder la postura.
Partiendo de esta postura comenzaremos a desplazarnos hacia adelante adelantando el brazo derecho y a la vez la pierna enfrentada, es decir, la izquierda, y acto seguido el brazo izquierdo y la pierna derecha. De este modo lograremos desplazarnos mediante la fuerza de los cuadriceps y el glúteo. Para comenzar podemos realizar series de cuatro desplazamientos hacia delante y cuatro hacia detrás, ya que es importante que el recorrido lo hagamos a la inversa.
Es fundamental que a lo largo de todo el recorrido mantengamos la espalda recta y evitemos posturas forzadas que a la larga pueden pasarnos factura y derivar en una lesión. Es necesario concentrar toda la tensión del ejercicio en la parte trabajada. A lo largo del recorrido debemos evitar pegar las rodillas al suelo, ya que es importante mantener los cuadriceps en tensión y así incidir mucho más sobre estos músculos y conseguir un mayor desarrollo. Para ello tenemos que adoptar una postura con el ángulo idóneo para trabajar al máximo, es decir, no tenemos que elevar mucho la espalda ni el trasero, ni tampoco bajarlo en exceso para obtener los mejores resultados.
Via: vitonica