En repetidas ocasiones hemos hablado de la importancia que tiene un buen calentamiento antes de practicar ejercicio para poder realizar correctamente cada movimiento y evitar que nos lesionemos. A pesar de esto muchos no realizamos bien el calentamiento, ya que no solamente debemos centrarnos en la parte a trabajar, sino que debemos poner todo el cuerpo en marcha y listo para el ejercicio.
El calentamiento debe ser una fase intermedia entre la inactividad y el comienzo de un ejercicio. Como paso intermedio que es debe ser una puesta en marcha lenta y progresiva. Nunca un calentamiento debe ser agresivo ni demasiado intenso, ya que de lo que se trata es de prepararnos para el ejercicio sin cansarnos y eliminar la energía que vamos a necesitar después. Pero el error que solemos cometer todos es que simplemente nos centramos en calentar la parte que vamos a trabajar en esa jornada, cuando debemos poner todo el cuerpo a punto y el calentamiento debe ser la forma de hacerlo.
Mediante el calentamiento lo que hacemos es activar la circulación sanguínea para tener los músculos a punto para el posterior ejercicio que vamos a llevar a cabo. Poco a poco los músculos y los tendones van a estar a punto para el esfuerzo. Por ello el calentamiento debe ser lento y progresivo, y sobre todo incidir en las zonas que van a intervenir en el entrenamiento. Aunque no solamente debemos tener estas partes en cuenta, sino que tenemos que ir más allá.
Normalmente solemos entrenar un grupo muscular por día, lo que hace que la mayoría de nosotros caliente simplemente la parte que va a estar implicada en esta rutina. Es decir, si trabajamos pecho, simplemente calentaremos el pectoral, pero ¿qué hay del tríceps y el bíceps que se ven implicados en algunos ejercicios de pecho?. Este es un punto que no debemos pasar por alto, ya que muchas lesiones se producen por no haber calentado músculos que intervienen de forma indirecta en los ejercicios que hemos realizado.
Por este motivo es importante que calentemos todas las partes del cuerpo, de forma que estén a punto para poder intervenir en nuestros entrenamientos, ya que están involucradas más de lo que pensamos en cada uno de los ejercicios que realizamos. Sí que es cierto que el calentamiento del resto de partes del cuerpo no debe ser tan exhaustivo como lo es el de la zona que vamos a entrenar ese día, pero sí que debe realizarse para activar las partes secundarias.
Es necesario que nos concienciemos de esto para evitar llevarnos algún que otro susto a la hora de entrenar por falta de previsión y de prevención. El cuerpo no son partes diferenciadas, sino que es un todo, y por ello todas las zonas están interconectadas, algo que se ve en los entrenamientos y que no debemos pasar por alto.
Via: vitonica