Los dos objetivos más buscados con esta actividad son el acondicionamiento cardiorrespiratorio y la reducción de los depósitos de grasa. Sin embargo, de no controlar bien los efectos, con el cardio es posible perder masa muscular, mientras que con el sistema que os propongo podréis incluso incrementar la masa muscular.
Es un hecho que el ejercicio cardiovascular ocupa un lugar bastante relevante en el programa de la mayoría de los atletas porque aumenta su capacidad de resistencia física, mejora el acondicionamiento cardiaco y pulmonar, y por consiguiente el rendimiento físico para la práctica de cualquier disciplina deportiva, y además en la actualidad constituye un pilar en el de los culturistas y entusiastas del fitness, para los cuales es su instrumento preferido para alcanzar la definición muscular y liberarse del exceso de grasa.
Está globalmente aceptado que la actividad aeróbica quema la grasa corporal porque es un ejercicio de baja intensidad y larga duración, lo cual sortea las vías energéticas del glucógeno y del ATP, para obtener el combustible por medio de las lipolíticas, mediante la combinación del oxígeno y los ácidos grasos.
Hoy nadie discute que debe hacer cardio, cuando su objetivo es reducir al máximo los depósitos de grasa subcutánea y por ello se embarcan en sesiones maratonianas en la cinta de andar, la bicicleta estática o el simulador de escaleras. No obstante, aunque su eficacia está demostrada, puesto que todos los que hacen aeróbic, junto con la dieta adecuada para definir, se recortan bien, existe un riesgo elevado de perder masa muscular en el proceso.
De hecho, los culturistas de antaño no hacían ejercicio aeróbico, porque lo consideraban actividad para nenazas y sin embargo lograban una definición muy acusada sencillamente cambiando el estilo de entrenamiento con pesas, que era más ligero, rápido y con muy poco descanso entre series. En realidad efectuaban una actividad altamente cardiovascular con pesas que está bastante cerca del estilo que os propongo.
La conexión del ácido láctico y la hormona del crecimiento en la definición
La hormona del crecimiento tiene numerosas funciones, entre las que destacan dos muy apreciadas: el crecimiento muscular y la degradación del tejido adiposo. En otras palabras, es anabólica y lipolítica.
La combustión de la grasa mediante el ejercicio aeróbico se produce debido a una actividad de baja o moderada intensidad y larga duración que obtiene el combustible energético mediante la combinación del oxígeno y los ácidos grasos que se movilizan del tejido adiposo. Sin embargo, los investigadores hace ya algún tiempo que han detectado que los altos niveles de ácido láctico en la sangre disminuyen el pH lo cual envía un mensaje al cerebro para acelerar la producción de hormona del crecimiento, con el objetivo de equilibrar el medio ácido-alcalino, que en consecuencia reduce el tejido adiposo.
Como sabéis los niveles de ácido láctico aumentan con la contracción muscular y es el causante de esa sensación de quemazón que experimentamos al final de una serie, cuando los músculos arden y duelen tanto que hemos de detener la serie y descansar. Los sistemas de entrenamiento tales como las superseries, las triseries, las series descendentes, etcétera, incrementan considerablemente los niveles de acidez al minimizar los descansos entre series y por tanto elevan la producción de hormona del crecimiento.
Más allá del cardio convencional
Existe una forma mucho mejor para lograr la definición muscular, al tiempo que aumentar la capacidad cardiorrespiratoria, incrementar la resistencia física al esfuerzo intenso y además preservar o aumentar la masa muscular al mismo tiempo, se trata del entrenamiento rumano-alemán de series ácidas.
Este método se caracteriza por reducir los descansos entre series de ejercicios compuestos multiarticulares para generar la máxima respuesta de hormona del crecimiento. No sólo esta forma de entrenar proporciona una mayor eliminación de grasa que el aeróbic convencional, sino que no sacrifica la fuerza ni la masa muscular; en realidad podéis incrementar el grado de fuerza y desarrollar volumen magro al mismo tiempo.
Si como aseguran muchos expertos y también grandes campeones, el aeróbic os puede volver más débiles y pequeños, entonces, ¿por qué no probar el sistema rumano-alemán de entrenamiento de definición?
Si no queréis un cuerpo convencional, ¿por qué seguir métodos convencionales?
No por muy aceptado que esté el aeróbic convencional, significa que sea el mejor método para deshacerse de la grasa, porque la realidad es que ni es el mejor modo de reducir la adiposidad, ni el de preservar la masa magra y mucho menos el de aumentarla, bien al contrario se ha puesto de manifiesto que se corre un riesgo elevado de perder también tejido muscular.
Probad este sistema de entrenamiento, escoged ejercicios compuestos y limitad al mínimo los descansos entre series y comprobaréis con agradable sorpresa los resultados