En primer lugar, un calentamiento. Entre otras cosas el calentamiento te permitirá quemar calorías de forma más eficiente y preparar tu organismo para tu sesión de ejercicios. Sin embargo, su importancia fundamental radica en que permite prevenir lesiones.
Dos otros componentes básicos son los que constituyen el ejercicio en sí: los ejercicios de musculación y los ejercicios cardiovasculares. Los primeros mejoran tu postura y hacen crecer tus músculos, y los segundos son fundamentales para tu sistema cardiovascular y tu estado de forma. Utilízalos de forma complementaria para maximizar resultados.
El período de relajación aplícalo tras ejercitarte. Con él evitarás los mareos posteriores al ejercicio y volverás tu latido del corazón a niveles normales.
Finalmente, nunca está de más añadir algunos ejercicios de flexibilidad para así rducir el riesgo de lesiones. Estira y flexiona sólo cuando tu cuerpo está caliente, y no en frío.
Via: vivirsalud