Muchos son los músculos que trabajamos cada día en el gimnasio, pero nos olvidamos que el centro de todo sistema es fundamental para el funcionamiento de las demás partes. Con nuestro cuerpo ocurre lo mismo, ya que el núcleo, la parte central del cuerpo o el core fuerte y desarrollado, permite ejecutar de mejor manera cada movimiento, prevenir lesiones y entrenarse con efectividad.
El core estaría formado por todos los músculos situados en el medio del cuerpo, es decir, abdominales superiores, inferiores, oblicuos y espalda baja.
Este conjunto de músculos son los que permiten al cuerpo estabilizarse, sostenerse y ejecutar cada movimiento, por lo que su entrenamiento no sólo desarrolla la zona media o el core, sino que favorece el fortalecimiento de otros músculos, entre muchos beneficios.
El Hard Core Training o entrenamiento intenso del core o núcleo, considera a la zona media del cuerpo como el sostén fundamental del cuerpo y utiliza diferentes técnicas y ejercicios para favorecer su desarrollo.
Entre los principales objetivos y beneficios del Hard Core Training se encuentran:
• Desarrollar la conciencia corporal y la coordinación.
• Mejorar la postura y estabilidad del cuerpo.
• Favorecer el equilibrio y el control neuromuscular
• Prevenir molestias posturales y reducir el riesgo de lesiones
• Fortalecer la zona central del cuerpo
• Optimizar cada movimiento
Para que el Hard Core Training tenga buenos resultados se debe entender que existe una conexión inevitable entre el sistema nervioso y los músculos, por lo cual, no sólo se trabaja con el cuerpo sino también con la mente para obtener mejores frutos.
Entre los principales métodos usados para desarrollar el core figuran el Fit- Ball, el balón medicinal (o medicine ball), el pilates y el levantamiento de pesas, así como otros ejercicios tradicionales.
Cabe aclarar que no sólo en la vida cotidiana nos veremos favorecidos por la mejor postura corporal, sino que en el ámbito deportivo, una zona media fuerte y trabajada mejorará cada movimiento, la coordinación, el equilibrio y permitirá utilizar eficientemente la fuerza, la potencia, la resistencia y el control neuromuscular, así como prevenir descompensaciones, desalineaciones y lesiones.
Las superficies inestables son las que más se utilizan para entrenar el core, ya que el sólo hecho de buscar el equilibrio y la estabilidad permanentemente, fortalece los músculos que integran el núcleo, desarrolla la coordinación y favorece la postura corporal.
Como en todo método de entrenamiento, no debe efectuarse de manera aislada, sino que su adecuada complementación con otros métodos y técnicas dará mejores frutos y por supuesto, siempre se aconseja realizar calentamiento previo, vuelta a la calma y estiramientos.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar