Obviamente, la única utilidad del ejercicio no es la de adelgazar. Todas las personas deben ejercitarse, independientemente de su peso, pues la actividad física es fundamental para mantener tus niveles de salud a tope. Sin embargo, no todas las personas se ejercitan.
Hay varias excusas que la gente utiliza para decirle no al ejercicio, y ninguna de ellas es del todo válida.
La primera es un clásico: la falta de tiempo. Sin embargo, detrás de esto suele haber una innecesaria sobrecarga de trabajo, u otra vieja conocida: la pereza. Hazte un lugarcito, no más de una hora por día. Seguramente la aproveches mejor ejercitando que mirando la TV en tu cómodo sillón.
Otra excusa muy común es la falta de dinero: Lógicamente, ningún gimnasio ofrece sus servicios de forma gratuita. ¿Pero quién dijo que para ejercitarte debes invertir dinero? Puedes salir a correr, hacer abdominales o jugar cualquier deporte colectivo en espacios libres y abiertos, e incluso utilizar las instalaciones públicas que hay en tu ciudad para hacer ejercicio. La palabra clave es “creatividad”.
La pereza es otra buena aliada de la falta de ejercicio: Muchas personas suelen quedarse en su casa en lugar de hacer el ejercicio que deberían hacer, y para esto no hay otra excusa que la pereza. Es sólo tú responsabilidad la de cuidarte, y no deberías dejar que la pereza le pase por arriba.
Finalmente, la menos directa tiene que ver con la escala jerárquica de tus actividades:Tal vez cuentes con tiempo, dinero y energía para comenzar alguna actividad, pero a la hora de escoger tal vez prefieras aprender a tocar el arpa o aprender vasco en lugar de hacer ejercicio. Esta bien, la decisión es tuya; solamente te instamos desde aquí a que en algún momento le des una oportunidad a la actividad física. No te arrepentirás.
Via: vivirsalud
Hay varias excusas que la gente utiliza para decirle no al ejercicio, y ninguna de ellas es del todo válida.
La primera es un clásico: la falta de tiempo. Sin embargo, detrás de esto suele haber una innecesaria sobrecarga de trabajo, u otra vieja conocida: la pereza. Hazte un lugarcito, no más de una hora por día. Seguramente la aproveches mejor ejercitando que mirando la TV en tu cómodo sillón.
Otra excusa muy común es la falta de dinero: Lógicamente, ningún gimnasio ofrece sus servicios de forma gratuita. ¿Pero quién dijo que para ejercitarte debes invertir dinero? Puedes salir a correr, hacer abdominales o jugar cualquier deporte colectivo en espacios libres y abiertos, e incluso utilizar las instalaciones públicas que hay en tu ciudad para hacer ejercicio. La palabra clave es “creatividad”.
La pereza es otra buena aliada de la falta de ejercicio: Muchas personas suelen quedarse en su casa en lugar de hacer el ejercicio que deberían hacer, y para esto no hay otra excusa que la pereza. Es sólo tú responsabilidad la de cuidarte, y no deberías dejar que la pereza le pase por arriba.
Finalmente, la menos directa tiene que ver con la escala jerárquica de tus actividades:Tal vez cuentes con tiempo, dinero y energía para comenzar alguna actividad, pero a la hora de escoger tal vez prefieras aprender a tocar el arpa o aprender vasco en lugar de hacer ejercicio. Esta bien, la decisión es tuya; solamente te instamos desde aquí a que en algún momento le des una oportunidad a la actividad física. No te arrepentirás.
Via: vivirsalud