Existen diferentes tipos de cuerpo, y por ello tenemos que conocer las características de cada uno de ellos para saber lo que es mejor hacer a la hora de entrenar para conseguir unos resultados óptimos. En Vitónica vamos a hacer un repaso a los diferentes tipos de constitución física y algunos consejos para saber cómo entrenar de cara a lograr los mejores resultados, ya que si es cierto que no podemos cambiar la constitución ósea, pero sí modificar el tamaño de los músculos y nuestro peso.
La constitución física es algo que heredamos de nuestros padres, pues se trata de una cuestión genética que apenas podemos modificar, pues nuestro cuerpo tiene una predisposición u otra. Para saber esto es importante que diferenciemos entre un tipo de morfología u otra. Normalmente cuando asistimos al gimnasio a entrenar buscamos conseguir una constitución mesomórfica, que es aquella en la que predomina el desarrollo muscular.
Para conseguir nuestros objetivos partimos de un tipo de constitución ectomórfica, que se caracteriza por la tendencia que tenemos a adelgazar. Las formas de las personas con esta constitución física suelen ser lineales y rectas. Normalmente la gente que posee esta forma corporal tiene tendencia a estar delgada y dificultades para aumentar de peso y volumen. Para lograrlo la dieta es fundamental, ya que necesitarán más cantidad de alimento para lograr un buen resultado. Esto debe ir acompañado de entrenamiento con pesas. Es importante no cejar en el empeño, ya que cualquier descuido hará que pierdan peso y frenará el proceso de evolución.
Por otro lado tenemos las personas que poseen una constitución endomórfica. Éstas tienen unas formas físicas más redondeadas ya que su tendencia a cumular grasa es mayor. La facilidad para coger peso para este tipo de personas es alta, por lo que los resultados de los entrenamientos se notarán más rápido, pero no debemos descuidarnos, pues las personas que tienen este tipo de constitución son más tendentes a acumular grasas, por lo que la dieta debe ser muy rigurosa. Las grasas deben estar casi desterradas de la dieta. Para este tipo de personas el ejercicio aeróbico es fundamental, ya que combinado con el entrenamiento de fuerza logrará unos músculos de gran calidad.
Es importante que antes de asistir al gimnasio nos analicemos detenidamente y determinemos el tipo de constitución que tenemos, ya que los entrenamientos no son iguales para unas personas que para otras. Saber lo que queremos y lo que podemos llevar a cabo es importante para lograr nuestras metas.
Via: vitonica