Como siempre hemos comentado la base de unos abdominales fuertes y tonificados, libres de grasa es la alimentación, el deporte y unos hábitos de vida saludables. Ya sabemos que la genética juega un papel importante, pero desde luego que en ningún caso las ayudas externas son la solución definitiva. En este punto entrarían en juego los geles reductores que nos ofrecen resultados visibles en muy poco tiempo. Debemos analizar cuál es su función para saber si son o no efectivos.
Muchas personas que quieren conseguir unos abdominales bien formados recurren habitualmente a geles costosos ya que los consideran como la solución a esa grasa rebelde que se acumula en el abdomen y que no logramos eliminar. Estas sustancias suelen vendernos un efecto inmediato en nuestro cuerpo que logrará acabar con la grasa y sacar a la luz lo mejor de nuestra anatomía. Frente a este mensaje no nos debemos dejar engañar, y tenemos que saber lo que estamos utilizando y para qué va a servirnos.
La mayoría de estas cremas buscan un aumento de la circulación sanguínea en la zona abdominal mediante su aplicación, de esta manera consiguiendo un mayor riego logramos disolver mejor los depósitos de grasa que se acumulan con el paso del tiempo. Para lograrlo normalmente se utiliza el frío como herramienta. Al aplicarnos el gel solemos experimentar una sensación de frío que consigue acumular la sangre en esa parte y aumentar así el riego logrando un mejor drenaje.
En otros casos lo que se suele utilizar son sustancias estimulantes como la cafeína, principal componente de la mayoría de geles reductores que consigue acelerar al circulación sanguínea para así acabar mucho mejor con las reservas de grasa. Desde luego que el efecto acelerador de la sangre mejorará la circulación de esta parte del cuerpo y lograremos lucir una piel en perfectas condiciones, evitando la degeneración por falta de riego sanguíneo. En ningún caso el uso de estas cremas logrará acabar definitivamente con la grasa.
Para conseguir eliminar la capa grasa que recurre los abdominales lo importante es mantener una disciplina, que parte de la base de una buena alimentación en la que las grasas queden en último lugar, deporte habitual, tanto tonificación de la zona como ejercicios aeróbicos, y por último podemos echar mano de las cremas reafirmantes y geles reductores que nos ayudarán a mejorar el estado general de la piel y de la circulación.
Ya sabemos que no existen los milagros y mucho menos cuando se trata de acabar con la grasa. Lo que no podemos pretender es lucir buenos abdominales solo aplicando una costosa crema sin mejorar nuestra alimentación y practicar deporte.