Por: Warren SiclocesEs innegable que los deportistas precisan de una nutrición más abundante que las personas que no se entrenan. De hecho, mover pesos extremos durante todo el día en el gimnasio provoca una degradación del músculo más acusada, por lo que si queréis aumentar la masa muscular y agilizar la recuperación, tendréis que comer copiosamente.
En el caso de que seáis unos amantes de la cocina y tengáis tiempo para preparar platos elaborados, no os supondrá un problema realizar seis o siete comidas diarias. Sin embargo, la gran mayoría tiene responsabilidades, y es por ello que recurren a los suplementos para evitar tener que engullir a todas horas.
Lo cierto es que la industria de la nutrición deportiva ofrece un gran abanico de suplementos y cada cual posee un fin concreto. Por ejemplo, algunos reemplazan a las proteínas, mientras que otros aportan carbohidratos. Además, encontramos potenciadores hormonales, energéticos, así como del sistema inmunológico, aunque también ayudas termogénicas, quemadores de la grasa, y suplementos indicados para proteger la salud en general.
Sin embargo, en este artículo me gustaría focalizar toda la atención en las vitaminas C que debe ser un constituyente imprescindible en vuestro programa de suplementación. No cabe duda que un componente ineludible para cualquier culturista o atleta es la vitamina C. Dedicáis horas y horas a levantar pesos masivos en el gimnasio de manera intensa.
En consecuencia, con el paso del tiempo las articulaciones empiezan a sufrir las consecuencias de esas cargas, sobre todo si el modo de ejecución no es correcto. Sin embargo, la vitamina C puede ser un buen remedio a estos problemas, ya que es un ingrediente muy importante para la producción de colágeno, que es un adhesivo para las articulaciones y, aunque éstas últimas mueven la carga, los huesos absorben toda la tensión. Además, con la ayuda de este suplemento también se fortalecerán los tejidos conectivos y los huesos.
Es bien sabido que la vitamina C posee propiedades antioxidantes muy poderosas que combaten los radicales libres como si de un superhéroe biológico se tratara. Por tanto, se reducirá el daño que estos producen en el tejido muscular y en la sangre, además de que protege las paredes arteriales. Por consiguiente, aquellos que disfrutéis con las grasas saturadas lograréis luego reducir la presión arterial con la vitamina C.
En el caso de que seáis unos amantes de la cocina y tengáis tiempo para preparar platos elaborados, no os supondrá un problema realizar seis o siete comidas diarias. Sin embargo, la gran mayoría tiene responsabilidades, y es por ello que recurren a los suplementos para evitar tener que engullir a todas horas.
Lo cierto es que la industria de la nutrición deportiva ofrece un gran abanico de suplementos y cada cual posee un fin concreto. Por ejemplo, algunos reemplazan a las proteínas, mientras que otros aportan carbohidratos. Además, encontramos potenciadores hormonales, energéticos, así como del sistema inmunológico, aunque también ayudas termogénicas, quemadores de la grasa, y suplementos indicados para proteger la salud en general.
Sin embargo, en este artículo me gustaría focalizar toda la atención en las vitaminas C que debe ser un constituyente imprescindible en vuestro programa de suplementación. No cabe duda que un componente ineludible para cualquier culturista o atleta es la vitamina C. Dedicáis horas y horas a levantar pesos masivos en el gimnasio de manera intensa.
En consecuencia, con el paso del tiempo las articulaciones empiezan a sufrir las consecuencias de esas cargas, sobre todo si el modo de ejecución no es correcto. Sin embargo, la vitamina C puede ser un buen remedio a estos problemas, ya que es un ingrediente muy importante para la producción de colágeno, que es un adhesivo para las articulaciones y, aunque éstas últimas mueven la carga, los huesos absorben toda la tensión. Además, con la ayuda de este suplemento también se fortalecerán los tejidos conectivos y los huesos.
Es bien sabido que la vitamina C posee propiedades antioxidantes muy poderosas que combaten los radicales libres como si de un superhéroe biológico se tratara. Por tanto, se reducirá el daño que estos producen en el tejido muscular y en la sangre, además de que protege las paredes arteriales. Por consiguiente, aquellos que disfrutéis con las grasas saturadas lograréis luego reducir la presión arterial con la vitamina C.