Esto es lo que nos suele pasar con algunos músculos del cuerpo a la hora de entrenarlos. El bíceps suele ser uno de ellos, y es que para entrenarlos adecuadamente debemos aislarlos por completo del resto de músculos del cuerpo para evitar que los demás actúen de apoyo y no dejen trabajar por su cuanta al bíceps. Para ello desde Vitónica vamos a ofrecer algunos ejercicios encaminados a un mayor desarrollo del bíceps mediante el aislamiento total de este músculo.
Cuando entrenamos siempre tenemos que prestar especial atención a los músculos que estamos trabajando con cada ejercicio, ya que esto es la base para llevar a cabo un perfecto entrenamiento. Si queremos lograr buenos resultados es primordial que no entren en acción otros grupos musculares, sino que seamos capaces de aislar al máximo el músculo trabajado sin que intervengan en su trabajo otros secundarios.
Para lograr un óptimo trabajo muscular debemos ser capaces de aislar al máximo los bíceps y evitar que entren en acción músculos como el tríceps, la espalda… Este suele ser uno de los principales errores que cometemos a la hora de entrenar este grupo muscular y es que si normalmente recurrimos a los pesos libres con mancuernas de pie, y los cargamos con demasiado peso, tenderemos a arquear la espalda, y no solo nos estaremos impulsando con ella, sino que podemos lastimarla poco a poco.
Es primordial que sepamos algunos de los ejercicios más indicados para entrenar el bíceps de forma aislada y conseguir concentrar toda la energía en este músculo. En la búsqueda de esta concentración debemos desterrar los ejercicios tradicionales y aclimatarnos a nuevas rutinas. En casi todas ellas el apoyo del brazo va a ser la base para concentrar. Por este motivo un ejercicio muy recomendado es el trabajo de bíceps en banco sentado. En este ejercicio apoyaremos toda la parte trasera del brazo sobre el banco inclinado y simplemente concentraremos de esta forma el empuje en el bíceps al no poder ejecutar malas posturas ni ayudarnos con otros músculos.
Otro ejercicio muy recomendable es apoyar la parte interna del brazo en nuestra pierna para concentrar al máximo la fuerza sobre el bíceps. Nos colocaremos sentados con las piernas abiertas y colocamos el brazo sobre la cara interna del muslo. En esta posición y sin mover el brazo, simplemente haciendo el giro de codo, levantaremos la mancuerna desde el suelo hacia arriba de forma que notemos la fuerza sobre el bíceps.
Este mismo ejercicio lo podemos realizar en polea, agachados con las piernas abiertas y apoyando la parte trasera del brazo sobre la cara interna del muslo. Agarramos con ambas manos una barra previamente enganchada a una polea y levantamos el peso de abajo arriba con los bíceps. Este ejercicio servirá para concentrar todo el empuje en este músculo. Debemos prestar atención a la espalda, ya que hay que evitar por todo lo posible cargar el peso en ella, pues aunque estemos apoyados en el muslo muchas veces tendemos a inclinarnos hacia atrás.
Es importante que reparemos en esto y que no nos apoyemos con otros músculos a la hora de entrenar el bíceps. Desde luego que es preferible levantar menos peso y hacerlo bien que cargarnos con mucho y apenas realizar medio correcto un ejercicio.
Via: vitonica