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7 de marzo de 2009

Cómo calentar las piernas antes de salir a correr

El calentamiento es una de las partes más importantes del entrenamiento. Es necesario que dediquemos parte de nuestro tiempo a desarrollar una buena sesión de calentamiento para activar la circulación sanguínea y preparar nuestros músculos para el esfuerzo que vamos a realizar.

Cada vez estamos más concienciados de esto, calentamos siempre antes de comenzar la rutina en el gimnasio, pero no sucede lo mismo con las personas que practican carrera. En la mayoría de los casos cuando salimos a correr nos lanzamos directamente a la acción, sin preparar a nuestras piernas y el resto del cuerpo para esta actividad. Comenzar a correr en frío puede suponer un problema y un riesgo que no debemos correr, y este se evita con un buen calentamiento.

Calentar, como su nombre indica es eso, calentar el cuerpo para que pueda enfrentarse a una actividad deportiva que va a requerir un esfuerzo mayor. Por este motivo el calentamiento siempre tiene que ser una aclimatación, en ningún caso el esfuerzo debe ser máximo, ya que sino no sería calentamiento. Debemos tener en cuenta que es un paso intermedio entre el reposo total a la actividad que vamos a realizar. Por esto tenemos que calentar lentamente y concienzudamente para aclimatarnos a la perfección.

Muchas personas desconocen la forma de calentar las piernas para practicar carrera. En la mayoría de casos el calentamiento consiste simplemente en empezar a correr de forma lenta para ir aumentando progresivamente la intensidad. Desde luego que es mejor eso que nada, pero existen otras formas de calentamiento que son más efectivas, menos agresivas y que nos van a preparar mejor.

Antes de nada debemos tener claro que es importante preparar todas las partes de la pierna, por eso comenzaremos de abajo hacia arriba con pequeños movimientos circulares del tobillo, las rodillas, y las caderas. La ejecución debe ser lenta y tenemos que prestar especial atención a la respiración. Después de esto tumbados en el suelo boca arriba, y levantando las piernas, tenemos que realizar movimientos con ambas como si estuviésemos andando en una bicicleta imaginaria. Esto ayudará a activar la circulación de las piernas.

Acto seguido debemos colocarnos de pie, mirando al frente y tenemos que dar un paso hacia delante como si fuésemos a agacharnos. Sin llegar al suelo nos levantamos y volvemos a la posición inicial. Realizamos la misma acción con cada pierna. Este ejercicio nos servirá a la vez que calentamos para estirar. En ningún momento debemos forzar la postura ni realizar subidas o bajadas demasiado bruscas que puedan desencadenar una lesión.

Estirar todos los músculos de las piernas es importante para activar la circulación. La forma de hacerlo tiene que ser la misma que utilizamos al final de la carrera, ya que lo ideal es mezclar el calentamiento tradicional con los ejercicios de estiramiento para realizar una perfecta adaptación.

Una vez llevado a cabo el calentamiento tenemos que comenzar a correr de forma lenta y pausada para aclimatarnos poco a poco a la carrera. Seguramente que si tomamos las medidas adecuadas y dedicamos el tiempo necesario para tener a punto nuestro cuerpo lograremos desarrollar una carrera sin ningún problema ni dolor que puede desembocar en una lesión.

Via: Vitonica