El método Pilates ya ha sido protagonista de muchos de los posts de este blog, pero todavía no habíamos prestado la atención necesaria a la técnica de realización de los mismos. Vamos a repasar brevemente el orden de ejecución que encontramos más conveniente a la hora de ejecutar cualquiera de los movimientos o ejercicios de este método basándonos en los principios fundamentales que lo han hecho tan popular en los últimos años:
Estabilización de la postura: Encontrar la posición adecuada y óptima para realizar la secuencia, movimiento o equilibrio trabajando los puntos fuertes (trasverso, suelo pélvico, paravertebrales) sin dañar nuestras articulaciones ni espalda en particular.
Respiración: Uno de los fundamentos principales de Pilates es la respiración. Adecúala al máximo a cada ejercicio soltando el aire cuando debas realizar el máximo de fuerza.
Activación del centro energético: Toca apretar, ya sabes, estómago hacia dentro y suelo pélvico arriba son las dos premisas más utilizadas.
Movimiento con fluidez: Los principios de Pilates son claros, concisos y rotundos. Realiza la secuencia o movimiento de forma fluida y sin realizar “tirones” o movimientos balísticos. Manten un ritmo suave y continuo, adaptado a tu nivel de ejecución.
Control y precisión: Recuerda que un ángulo excesivo, un mal gesto o, simplemente, una ejecución incorrecta pueden hacer de cualquier actividad física algo contraindicado. Déjate guiar por profesionales y busca la mejor técnica posible.
Vía: Manual FEDA de Técnico Base en Pilates. Editorial Paidotribo