La curva del femoral
Dejemos las cosas claras, en la vida normal no existe la posibilidad de que los músculos femorales, que ocupan la parte posterior del muslo, se desarrollen y por lo tanto es imposible que ninguna chica pueda gozar de esa curva por naturaleza. Lo siento, pero si queréis resaltarla tendréis que entrenar esa parte de las piernas, no hay otro camino.
Cuando está bien desarrollada esa zona, es una curva de extrema belleza a la observación y sin embargo es tan rara que la mayoría de las chicas ni siquiera consideran la opción de obtenerla. Ese es un grave error, porque unos femorales desarrollados pueden proporcionaros una imagen de pantera al caminar, así como un aspecto de atleta desde cualquier ángulo, además curiosamente hace parecer la cintura, rodillas y tobillos más pequeños de lo que son, e impide que el trasero parezca demasiado prominente.
Desarrollar los femorales constituye la prescripción obligatoria para todas esas chicas que tienen por naturaleza piernas arqueadas, porque cuanto más se desarrollen éstos, más se llenará ese hueco.
Por fortuna los femorales responden bastante fácilmente, la única obligación es que su entrenamiento ha de ser específico.
Los tres principales defectos de los femorales
Tres son los principales defectos que suelen presentar las femorales:
· Femorales planos.
· Femorales superiores blandos.
· Femorales inferiores escasos.
Yo creo que esos tres son los defectos más comunes que presentan las piernas en su zona posterior.
Pues bien, os voy a proporcionar una serie de acciones para corregirlos.
Femorales planos
Esta característica física hace que la pierna no tenga ninguna curva en la parte trasera del muslo, que es plana del todo. Las chicas con este signo son también predispuestas a mostrar un hueco entre las piernas, porque los femorales cuando están desarrollados contribuyen a llenar ese espacio interno del muslo.
Cuando el muslo está recto por detrás, el trasero parece más grande de lo que es y hasta las rodillas aparentan más huesudas y sobresalientes, Unas piernas rectas en su parte posterior no sólo desequilibran la proporción general, sino que incluso os hará parecer muy cargadas arriba, hasta el pecho parecerá más protuberante.
Femorales superiores blandos
Esta condición está muy relacionada con los glúteos blandos y caídos. Ninguna de nostras quiere saber que ahí atrás estamos blandas, porque ese aspecto está muy lejos de ser atractivo.
Una razón habitual de este problema es la pérdida rápida de peso, porque en el proceso se pierda mucho tejido firme, es decir músculo y en cuanto se recupera un poco de ese peso se acumula ahí atrás, ahora sin el soporte muscular y acaba temblando como un flan.
Lo creáis o no, se da con cierta frecuencia en chicas que una vez fueron activas y se mantuvieron en forma y luego se abandonaron, acumulando un exceso de peso. De la misma forma que el músculo se tonifica e hipertrofia con su uso, el desuso de éste conduce a su atrofia.
Femorales inferiores escasos
Este es un defecto muy habitual si os fijáis bien, porque aunque la pierna parece estar proporcionada, no presenta curva en su parte inferior, cerca de la cara posterior de la rodilla, en su lugar sólo hay un hueco que se prolonga hasta la mitad de la pierna.
El efecto óptico que produce esta situación es que hace parecer que el trasero está más cercano de la pierna, es decir más caído y si encima tenéis las caderas anchas entonces el aspecto será de cuadradas. Algo horrible.
El entrenamiento constituye el único medio de desarrollar la curva del femoral
Ni que decir tiene que llevar una dieta correcta es absolutamente aconsejable en cualquier caso, tanto para eliminar el exceso de tejido graso, mediante la reducción de las calorías, así como la erradicación de los azúcares y las grasas saturadas, al tiempo que la presencia óptima de alimentos proteínicos favorece la construcción de los tejidos musculares y la aceleración del metabolismo; pero la verdadera solución para lograr esa curva del femoral que tanto puede mejorar la estética corporal, es el entrenamiento específico de esa zona.
Como decía al principio, en la vida cotidiana no se dan las situaciones para que este grupo muscular se desarrolle, por consiguiente a menos que entrenéis específicamente esa zona nunca lograréis dibujar esa curva. No obstante, la buena noticia es que precisamente por su normal ausencia de estimulación directa, el femoral suele crecer con bastante rapidez.
He aquí los mejores ejercicios para cada caso en particular.
Para mejorar los femorales planos
Zancadas, 3-4x 12-15
Peso muerto con piernas rígidas, 3-4x 12-15
Curl de femoral tumbada, 3-4x 12-15
Curl de femoral de pie, 3x 12-15
Para mejorar los femorales superiores blandos
Zancadas en el aparato Smith, 3-4x 12-15
Prensa inclinada, 4x 20
Curl de femoral tumbada, 3-4x 12-15
Curl de femoral de pie, 3x 12-15
Para mejorar los femorales inferiores escasos
Flexión de piernas sosteniendo una mancuerna, 4x 12
Curl de femoral tumbada, 4x 12
Curl de femoral sentada, 4x 12
No hagáis más de cuatro ejercicios en una sesión, pero podéis cambiarlos con frecuencia, y realizad tres o cuatro series de cada movimiento con una media de 12-15 repeticiones por serie.
En busca de ese raro diamante y de piernas fabulosas
La curva del femoral desempeña un papel principal en mejorar la imagen de las piernas, y de paso de todo el conjunto en general.
Estamos todos acostumbrados a ver piernas con muslos bien formados, pero muy pocas lo están por detrás, cuando observamos unas con unos femorales abombados el impacto visual es de gran magnitud y enseguida aceptamos que nos hallamos ante una atleta.
Lograr ese efecto está a vuestro alcance si entrenáis esa zona con ahínco y variedad de ejercicios.
Buena suerte.
LOS EJERCICIOS
Zancadas con mancuernas
Realizad una zancada larga y a ser posible sobre un cajón o escalón, de manera que la pierna de atrás casi quede recta. Subid con control y repetid con la misma pierna hasta cumplir con todas las repeticiones antes de pasar a la otra.
Peso muerto con piernas rígidas
A ser posible situaos sobre una zona elevada, como un bloque o una banca, de forma que al estirar abajo las manos puedan llegar hasta los pies, o incluso por debajo, y en al trayecto de ascensión no subáis por completo, sino sólo hasta la mitad.
Curl de femoral tumbada
Una vez tumbadas en la banca subid los pies todo lo posible hasta cerca de los glúteos, descended con control y luego volved a subid, pero esta vez sólo hasta la mitad del recorrido, volved a estirar las piernas y ahora sí, completad una repetición hasta arriba. Cada repetición ha de contar con una entera y otra media.
Curl de femoral de pie
Con la pierna estirada por completo, subid el talón forzando contra la resistencia del rodillo, todo lo arriba posible y luego regresad hasta abajo para ahora volver a subir el pie, pero esta vez sólo hasta la mitad del trayecto y volved a estirar la pierna para ahora hacer otra repetición completa. Haced después de una repetición completa otra media.
Zancadas en el aparato Smith
Avanzad una pierna, que podéis colocar la punta del pie sobre una pesa para que esté algo elevada, y flexionadla hasta que la rodilla de la pierna de atrás casi toque el suelo.
Prensa inclinada
Adoptad la posición natural dentro del aparato con la espalda bien apoyada, pero prestad atención a situar los pies en el borde superior de la plataforma, con la punta de éstos por fuera de ella, para hacer la fuerza con la planta y los talones y trasladar la tensión al femoral.
Flexión de piernas sosteniendo una mancuerna
Tumbaos en una banca y que alguien os ayude a colocar una pesa entre ambos pies. Bajad con lentitud y subidlos hasta que formen el ángulo recto con los muslos, o sea que queden verticales con el suelo.
Curl de femoral sentada