¿Sabes cómo nació el CrossFitt?
Para entender cómo se ha conseguido que el fitness sea un deporte con su gran competición mundial hay que mirar un poco atrás, al año 2001, cuando Greg Glassman, que tenía gran experiencia como gimnasta y entrenador personal, desarrolló un nuevo método de entrenamiento que pretendía ser más efectivo.
En nuestra visita a Los Angeles aprovechamos para visitar un “box”, uno de los pequeños gimnasios dedicados al CrossFit. Era una nave de un polígono que había sido adaptada con lo poco que se necesita para este nuevo entrenamiento que está basado en la variedad (que combina elementos de la gimnasia con los del levantamiento de peso sin dejar de lado actividades aeróbicas como el running, la bici o el remo), en los movimientos funcionales y en la intensidad (justo cuando nos íbamos salían un grupo de chicas a correr fuera del gimnasio pero con el extra de que lo hacían cargando con su kettlebell, la pesa rusa que es uno de los símbolos del Crossfit). El objetivo es entrenar por igual todas las cualidades: fuerza, resistencia, agilidad, equilibrio...
Pero la característica que más destacaría es que, favorecido porque los entrenadores trabajan con grupos pequeños, es que se trata siempre muy alta la motivación. Se crea una comunidad, un grupo de gente que puede tener niveles de forma física completamente diferentes pero que comparte sus resultados y celebra los progresos. Clave también es el papel que se le da a la nutrición, que en el crossfit está directamente unida a la paleodieta (¡¡¡adiós al azúcar, para empezar!!!)
Pudimos hacer nuestro primer WOD (“Workout of the day”) y familiarizarnos con los nombres singulares con los que han bautizado algunos ejercicios. El box está presidido por una gran pizarra en la que se reflejan los récords y los progresos en los distintos entrenamientos de la gente que allí entrena. Y realmente notas que se consigue convertir el fitness en un deporte de equipo.
Eso sí, es un entrenamiento que puede ser muy eficaz, dar buenos resultados tanto en ganar fuerza como perder peso, que puede conseguir una forma más global (ni esa persona que corre 10 km en 35' pero no hace ni una dominada ni el culturista que levanta 180 kilos en press de banca pero que luego no puede subir ni las escaleras de la oficina) pero que tiene un mayor riesgo de lesión que el entrenamiento convencional con máquinas en un gimnasio, de aquí que la importancia de la calidad de la formación de los instructores del box es decisiva. Una incorrecta ejecución de los ejercicios o una excesiva carga en la planificación puede tener efectos muy negativos.
Para entender cómo se ha conseguido que el fitness sea un deporte con su gran competición mundial hay que mirar un poco atrás, al año 2001, cuando Greg Glassman, que tenía gran experiencia como gimnasta y entrenador personal, desarrolló un nuevo método de entrenamiento que pretendía ser más efectivo.
En nuestra visita a Los Angeles aprovechamos para visitar un “box”, uno de los pequeños gimnasios dedicados al CrossFit. Era una nave de un polígono que había sido adaptada con lo poco que se necesita para este nuevo entrenamiento que está basado en la variedad (que combina elementos de la gimnasia con los del levantamiento de peso sin dejar de lado actividades aeróbicas como el running, la bici o el remo), en los movimientos funcionales y en la intensidad (justo cuando nos íbamos salían un grupo de chicas a correr fuera del gimnasio pero con el extra de que lo hacían cargando con su kettlebell, la pesa rusa que es uno de los símbolos del Crossfit). El objetivo es entrenar por igual todas las cualidades: fuerza, resistencia, agilidad, equilibrio...
Pero la característica que más destacaría es que, favorecido porque los entrenadores trabajan con grupos pequeños, es que se trata siempre muy alta la motivación. Se crea una comunidad, un grupo de gente que puede tener niveles de forma física completamente diferentes pero que comparte sus resultados y celebra los progresos. Clave también es el papel que se le da a la nutrición, que en el crossfit está directamente unida a la paleodieta (¡¡¡adiós al azúcar, para empezar!!!)
Pudimos hacer nuestro primer WOD (“Workout of the day”) y familiarizarnos con los nombres singulares con los que han bautizado algunos ejercicios. El box está presidido por una gran pizarra en la que se reflejan los récords y los progresos en los distintos entrenamientos de la gente que allí entrena. Y realmente notas que se consigue convertir el fitness en un deporte de equipo.
Eso sí, es un entrenamiento que puede ser muy eficaz, dar buenos resultados tanto en ganar fuerza como perder peso, que puede conseguir una forma más global (ni esa persona que corre 10 km en 35' pero no hace ni una dominada ni el culturista que levanta 180 kilos en press de banca pero que luego no puede subir ni las escaleras de la oficina) pero que tiene un mayor riesgo de lesión que el entrenamiento convencional con máquinas en un gimnasio, de aquí que la importancia de la calidad de la formación de los instructores del box es decisiva. Una incorrecta ejecución de los ejercicios o una excesiva carga en la planificación puede tener efectos muy negativos.