Muchas veces hemos escuchado que el primer impulso hace que muchas personas pierdan gran parte de su fuerza para luego realizar el resto de repeticiones en el ejercicio. Esto hace que no aguantemos tanto a la hora de ejecutar el ejercicio de manera correcta. Pero no por ello es menos eficaz el ejercicio realizado de esta manera, ya que, que nos ayuden no siempre es la mejor solución, pero aún así con muchos los que piden ayuda a un compañero para que nos ayuden a colocarnos en posición de salida y así no quemar toda la energía desde el principio.
Las dos opciones son las que solemos emplear a la hora de comenzar a realizar un ejercicio. Por norma general los que entrenan solos suelen elevar la carga por sí solos. Este tipo de personas eleva la carga para colocar las mancuernas o la máquina en posición inicial. Como es normal realizar este movimiento nos roba parte de la energía acumulada que tenemos, ya que normalmente comenzamos de cero, desde una postura en la que debemos elevar la carga desde abajo hacia arriba. Este simple movimiento, que al parecer no representa ningún problema, es el que más energía nos resta para el resto del ejercicio, pero a pesar de ello la incidencia sobre los músculos trabajados es alta, pues el esfuerzo realizado involucra a las fibras que queremos trabajar con ese ejercicio,
En cambio otras personas prefieren que un compañero les ayude a colocarse en la posición inicial para la realización del ejercicio. Esto es algo muy habitual, ya que lo que se quiere con ello es no agotar la energía antes de comenzar. De este modo lo que conseguiremos será una mayor resistencia a la hora de realizar el ejercicio. Esto nos permitirá llevar a cabo más número de repeticiones y completar así las diferentes series que están programadas en la tabla de entrenamiento. Si comparamos esto con empezar desde cero por nosotros mismos, lo que sucederá es que de este modo realizaremos más repeticiones, mientras que de la otra manera quizá no lleguemos a completar todas las repeticiones previstas.
Ambas maneras de elevar la carga son igual de buenas para conseguir nuestros propósitos, por ello lo más recomendable es alternar ambas formas de colocar la carga a la hora de comenzar a realizar un ejercicio.