Las investigaciones recientes en el campo de la endocrinología (estudio de las hormonas) ha puesto de manifiesto que la disminución de los niveles de testosterona en los hombres de edad avanzada, tanto como la muerte o los impuestos, son simplemente inevitables y aunque esta reducción se hace más evidente en hombres entre 40 a 50 años, algunos estudios demostraron que hay hombres que a sus 30 años ya empiezan a sentir los efectos de deficiencia de testosterona afectando sus cuerpos, que al final afectan la calidad de vida en todos los aspectos.
El rango "normal" de testosterona en los hombres es muy amplia, desde los 250 hasta los 850 nanogramos por decalitro (ng / dl) de sangre; idealmente, sin embargo, si se desea que los niveles de testosterona permanezcan en el extremo más alto del "normal" (más cercano a 850 ng / dl) para los niveles de energía y rendimiento óptimos en el gimnasio y dormitorio, se debe usar el conocimiento científico definitivamente.
Las Estrategias de Siempre
Levantar pesas; la propuesta para proporcionar una mayor respuesta hormonal está en poner énfasis en los movimientos compuestos como las sentadillas, el peso muerto, o el press de banca con cargas más pesadas en un rango de 6 a 8 repeticiones y periodos de descanso relativamente cortos de 1 a 2 minutos.
Entrenar más tarde; aunque los niveles de testosterona estén más altos de mañana y tarde, disminuye a medida que avanza el día, y el estímulo del entreno por la tarde o noche puede modificar esta secuencia.
Hacer cardio inteligentemente; el entreno mantiene a raya la grasa corporal y beneficia al corazón, pero cuando es demasiado intenso o demasiado largo afecta a los niveles de testosterona, siendo ideal entrenar 30 minutos con intensidad moderada, al levantarse y alternar el horario en la semana, inclusive después del entrenamiento con pesas.
Pasar menos tiempo en el gimnasio; el sobre-entrenamiento puede reducir significativamente los niveles de testosterona, siendo recomendable entrenar 4 a 5 días con 2 a 3 días de descanso semanalmente y no pasarse de los 60 a 70 minutos como máximo, para no llegar a ese estado catabólico desequilibrando el ratio testosterona / cortisol.
Dormir bien; la talta de sueño realmente es brutal, y cuando una persona se encuentra dentro de un plan de entrenamiento el ciclo de sueño tiene que respetarse durmiendo por las noches 7 a 8 horas con siestas de 20 a 30 minutos.
Consumir grasas; muchos temen consumir este nutriente pero la ciencia cita que la grasa no saturada del salmón, las almendras, aguacates o semillas de lino son beneficiosas, pero las saturadas de los huevos y las carnes también son esenciales para que el cuerpo produzca testosterona.
Cargar el organismo con proteínas; su consumo no solo proporciona al organismo, los aminoácidos para recuperar los músculos, sino también promover mayores niveles de testosterona, es así que los hidrolizados de huevos, la carne vacuna magra, el pollo, el pescado, los lácteos y el suero de leche deben definitivamente estar presentes en la dieta.
No dejar de lado las verduras; los fitonutrientes presentes en alimentos como el brócoli, el col, el repollo o la berza pueden ayudar a aumentar los niveles de testosterona y deben estar presentes en las comidas diarias.
Usar Suplementos T legales; en todos los casos existen de forma individual o en forma de matrices poderosas opciones naturales como el Tribulus terrestris, la Eurycoma longifolia, el Fenogreco, la Carnitina y el ZMA leyendo las instrucciones para no pasarse de la raya.
Evitar el Alcohol; literalmente cuando se excede los límites, se va apagando los niveles hormonales y en este caso opciones como el vino o algunas bebidas suaves pueden acompañar la dieta 1 a 2 veces por semana sin excederse en copas.
Tener más sexo; antes se pensaba que tener relaciones íntimas impedía el rendimiento deportivo, pero la realidad es que compartir el amor y el romance con la pareja estimula efectivamente los niveles de testosterona.