Gracias a los científicos del Deporte del Instituto Wingate en Netanya, Israel, hemos aprendido cómo se puede optimizar aún más el efecto positivo del entrenamiento invervalado en el equilibrio hormonal; las publicaciones desarrolladas en Journal of Strength & Conditioning Research fue resultante de un experimento con 12 jugadores de balonmano entre 17 a 25 años que entrenaron de diversas formas.
En dos ocasiones, los voluntarios hicieron en entrenamiento a intervalos en la cinta de cuatro sprints, para luego recorrer un total de 1000 metros tomando 9 minutos entre las pruebas de velocidad.
La diferencia entre las dos sesiones de entrenamiento fraccionado estaban en la duración de los sprints y los períodos de descanso; en una ocasión el descanso se hizo más largo cuanto más avanzaba el entrenamiento, y en la otra ocasión el descanso se hizo más corto.
Durante el primer intervalo comenzaron con un sprint 100 mts con 2 minutos de descanso, seguido de un sprint de 200 mts con 3 minutos de descanso, y a continuación un sprint de 300 mts con 4 minutos de descanso, terminando con un sprint 400 mts (aumento de la distancia).
La segunda vez que los jugadores de balonmano entrenaron, lo hicieron a la inversa comenzando con los 400 mts hasta con 4 minutos de descanso, luego 300 mts con 3 minutos de descanso, luego un sprint de 200 mts con 2 minutos de descanso, finalizando con 100 mts de sprint (distancia decreciente).
Durante el entrenamiento intervalado y luego de una hora después, los investigadores analizaron la sangre de los atletas; al hacer esto, se observó que el entrenamiento de distancia decreciente produjo un incremento mayor en el nivel de ácido láctico, y un aumento mayor en el nivel de la hormona de crecimiento.
La producción de cortisol, la testosterona , IGF-1 y IGF-BP-3, las proteínas inflamatorias interleucina-6 y la interleucina-1beta y el antagonista del inhibidor de la inflamación interleucina-1-receptor aumentaron también como resultado del entrenamiento intervalado, pero el aumento fue el mismo en todos los tipos de entrenamiento.
Cuando los investigadores consultaron a los atletas lo agotador que habían encontrado el entrenamiento, las respuestas sobre menores niveles de cansancio también se centraron en el modelo decreciente, concluyéndose que con un menor esfuerzo se puede obtener una mayor producción de la hormona de crecimiento HGH.