Olvídate de las dietas y empieza a pensar con la cabeza, adelgazar puede ser divertido si le pones unos trucos imaginativos. En este artículo te presentamos 10 claves para que lo consigas.
- La salsa para la pista de baile. Las salsas son las
culpables de que muchos platos engorden. Acompaña tus platos de pasta,
carne, ensaladas con salsas ligeras con aceite y limón, yogur y mostaza,
especias y hierbas aromáticas. Ganarás en sabor y perderás en calorías.
- El salero lejos de tu mesa. La sal da sabor a los
platos y kilos a tus piernas. Si reduces la sal en las comidas puedes
perder entre uno y dos kilos, porque la sal es culpable de la retención
de líquidos en los tejidos que afecta a muchas personas.
- Acaba con el picoteo entre horas. Si te has quedado
con hambre toma frutas, palitos de zanahoria, o un yogur descremado
entre comidas. Olvídate de los aperitivos y las bebidas carbonatadas que
suman más calorías de las que debes y no aportan nutrientes a tu dieta.
- Apunta tus progresos. Si haces una gráfica para
comprobar tus avances semanalmente serás consciente de los kilos
perdidos y reforzarás tu voluntad ante las tentaciones peligrosas.
- Mueve tus piernas. El ejercicio es el mejor aliado
de la dieta. Una hora de actividad física al día, aunque sea caminar
rápido al trabajo, te permite perder entre 200 y 400 kcal, distrae tu
mente obsesionada con la nevera, produce endorfinas que te hacen sentir
feliz y optimista y reafirma tus músculos para mantener alejada la
flacidez.
- Concéntrate en la comida. A la hora de comer
olvídate de la tele, el periódico y otras distracciones. Se consciente
de las calorías que entran por tu boca y levántate de la mesa en cuanto
hayas terminado tu plato de dieta.
- Al mercado con el estómago lleno. Cuando vayas a
comprar comida, evita hacerlo con hambre porque elegirás alimentos con
más calorías. Compra con inteligencia y lo notarás en la báscula y en el
monedero.
- Cenas con amigos, tertulias divertidas y ligeras.
Cuando salgas a restaurantes elige ensaladas y carnes o pescados a la
brasa y evita las comidas demasiado elaboradas, el pan y las patatas
fritas. Y no te olvides de llevar el peso de la conversación, ya que es
imposible conversar y comer al mismo tiempo y comerás más despacio y
disfrutarás más de las salidas.
- Ante la tentación, meditación. Si cuando estas
aburrido/a o deprimido/a, sientes un impulso irresistible por abrir la
nevera y comer sin hambre, piensa durante 3 minutos las consecuencias y
si te merece la pena sufrirlas por un mal momento que pasa enseguida.
Así reforzarás tu voluntad y aprenderás a que la comida no es un
sustituto de la felicidad.
- Desayuna con energía. Las prisas son un enemigo
para las dietas, no te olvides de desayunar, aunque tengas que
levantarte antes. Procura que tu almuerzo sea completo, con cereales
integrales, productos lácteos y frutas para no perder el ritmo durante
el día. Así evitarás comer entre horas y alejarás el fantasma del
hambre.
