Cuando comenzamos a movernos y los músculos se contraen para lograrlo, estos requieren mayor flujo sanguíneo. Asimismo, el corazón late más rápido y esto favorece la dilatación de arterias y capilares para irrigan en mayor cantidad a los músculos de las piernas que así lo requieren. Esta dilatación vascular es lo que causa la picazón que podemos sentir al correr.
Por supuesto, no es nocivo, sólo puede resultar un poco molesto. Para que la picazón desaparezca, lo mejor es no dejar de movernos, cuanto más corramos y más habitual sea correr para nosotros, menos probabilidades tendremos de sufrir una vasodilatación para enfrentar el esfuerzo que provoque la picazón, pues adquirimos cierta capacidad aeróbica y eficiencia cardiovascular que no requiere de cambios bruscos en arterias y capilares.
Ya sabes, si ocasionalmente corres o después de las vacaciones vuelves a ejercitarte y sientes picazón al correr, recuerda que la mejor manera de quitarlo es no dejando a un lado el ejercicio.