Normalmente la zona lumbar está ligeramente arqueada, aunque en algunas personas hay más curvatura, razón de más para realizar un buen apoyo lumbar. Si corregimos en parte esta curvatura la columna no va a sufrir tanto y va a actuar como un bloque, con más fuerza y más capacidad de sujección de carga mientras realizamos tranquilamente nuestros ejercicios.
Cuando estamos sentados vamos a conseguir este apoyo lumbar con la ayuda de un banco. Sobre todo si nuestra curvatura lumbar es pronunciada, evitaremos los bancos planos y escogeremos aquellos con una ligera curvatura, para que así se adapten mejor a nuestra espalda, esto va a descargar de manera importante la tensión sobre la zona lumbar. También debe permitirnos este banco apoyar los pies en el suelo de forma que las rodillas queden ligeramente por encima de la cadera, así la rectificación de la curvatura se hará de forma más natural y eficiente.
Si estamos tumbados boca-arriba, como en el press de banca, flexionar la cadera y rodillas en 90º rectificará la zona lumbar apoyándola en el banco de forma plana, aunque también podemos utilizar una toalla para colocarla debajo y así adaptar el apoyo a la forma de nuestra curvatura.
En ejercicios de pie va a ser más complicado obtener este apoyo de la zona lumbar, sobre todo será la buena técnica la que consiga una estabilidad de la zona y evitar las altas presiones en los discos intervertebrales. En ejercicios como el curl de biceps podemos pegarnos a la pared y evitar movimientos oscilantes, aunque podemos buscar alternativas con el ejercicio sentado en banco.
Lo importante va a ser el conseguir rectificar la curvatura lumbar para apoyarla completamente en superficie estable y así evitar altas presiones en la zona que podrían ocasionar desde contracturas a lesiones más series a nivel de los discos intervertebrales.