1. Come bien y a menudo. Pasar hambre no te hará perder la barriga, empieza el día con un buen desayuno, abundante pero sin grasas saturadas ni fritos, y recurre a pequeños tentempiés frecuentes a lo largo del día para mantener a tu metabolismo activado. Cada día debes hacer 5 comidas mínimo porque cuando pasas mucho tiempo sin comer tu cuerpo se pone en modo ahorro, gasta muy pocas calorías y acumula todo lo que le llega "por si acaso".
2. Deja la velocidad para tus carreras. Cuanto más rápido pierdas peso menos probabilidad hay de que mantengas la pérdida. Las dietas drásticas que te hacen pasar hambre para acelerar el proceso no funcionan a largo plazo. Al final estimulan a tu cuerpo a conservar su grasa por el famoso efecto yo-yo y en general te hacen perder agua necesaria, especialmente si haces ejercicio.
3. Elige bien tus grasas. Eliminar totalmente la grasa es un error, porque resulta necesaria, pero opta por las grasas sanas tipo monoinsaturadas (aceite de oliva, frutos secos) y poliinsaturadas (pescados de aguas frías), controla los alimentos ricos en grasas saturadas (carnes, mantequilla...) Revisa las etiquetas y cuando veas "aceite vegetal parcialmente hidrogenado", que sepas que indica la presencia de grasas no saludables como las malditas grasas 'trans'.
4. Atención a las "calorías escondidas". Algunas personas engordan comiendo poco, pero no prestan atención a su lata de bebida carbonatada, la barrita de chocolate crujiente, la tapita del bar o a su vasito de whisky día sí día no. En muchos casos estos pequeños snacks aportan muchas calorías aunque no te den sensación de saciedad. Una lata puede contener 150 kcal, elimínalas de tu dieta y sólo con este gesto perderás 5 kg en un año.
5. ¿Liposucción? No pienses que puedes comer lo que quieras y luego sacarte la grasa en el quirófano a base de gastarte tus ahorros. La liposucción elimina la grasa subcutánea o superficial, no la grasa profunda visceral que es la que realmente supone un riesgo para la salud. Las células grasas que te quitan se van para siempre pero nada impide que tu cuerpo fabrique células grasas nuevas.
6. Disfruta de las auténticas bebidas con 0 calorías. Cuando tengas hambre y un pequeño tentempié sano (yogur, cereales, manzana, etc.) no te haya llenado el estómago o calmado la ansiedad, hazte una infusión de un sabor agradable. Te recomendamos el té rooibos que no tiene cafeína o una infusión de regaliz, menta y anís verde si te apetece un sabor dulce sin necesidad de añadir azúcar. No sólo te calman, también te hidratan, son digestivas y te aportan nutrientes saludables y antioxidantes.
7. Dedícate a las matemáticas y entrena cada día. Cada medio kilo de grasa contiene 4.500 kcal o lo que es lo mismo, necesitas todas esas kcal para deshacerte de medio kilo de grasa pura (1 g de grasa = 9 kcal). Con que elimines 600 kcal por día con un poco de ejercicio y cuidando tu alimentación verás que tu cantidad de grasa disminuye en casi 500 g por semana (600 x 7 días = 4.200 kcal).
2. Deja la velocidad para tus carreras. Cuanto más rápido pierdas peso menos probabilidad hay de que mantengas la pérdida. Las dietas drásticas que te hacen pasar hambre para acelerar el proceso no funcionan a largo plazo. Al final estimulan a tu cuerpo a conservar su grasa por el famoso efecto yo-yo y en general te hacen perder agua necesaria, especialmente si haces ejercicio.
3. Elige bien tus grasas. Eliminar totalmente la grasa es un error, porque resulta necesaria, pero opta por las grasas sanas tipo monoinsaturadas (aceite de oliva, frutos secos) y poliinsaturadas (pescados de aguas frías), controla los alimentos ricos en grasas saturadas (carnes, mantequilla...) Revisa las etiquetas y cuando veas "aceite vegetal parcialmente hidrogenado", que sepas que indica la presencia de grasas no saludables como las malditas grasas 'trans'.
4. Atención a las "calorías escondidas". Algunas personas engordan comiendo poco, pero no prestan atención a su lata de bebida carbonatada, la barrita de chocolate crujiente, la tapita del bar o a su vasito de whisky día sí día no. En muchos casos estos pequeños snacks aportan muchas calorías aunque no te den sensación de saciedad. Una lata puede contener 150 kcal, elimínalas de tu dieta y sólo con este gesto perderás 5 kg en un año.
5. ¿Liposucción? No pienses que puedes comer lo que quieras y luego sacarte la grasa en el quirófano a base de gastarte tus ahorros. La liposucción elimina la grasa subcutánea o superficial, no la grasa profunda visceral que es la que realmente supone un riesgo para la salud. Las células grasas que te quitan se van para siempre pero nada impide que tu cuerpo fabrique células grasas nuevas.
6. Disfruta de las auténticas bebidas con 0 calorías. Cuando tengas hambre y un pequeño tentempié sano (yogur, cereales, manzana, etc.) no te haya llenado el estómago o calmado la ansiedad, hazte una infusión de un sabor agradable. Te recomendamos el té rooibos que no tiene cafeína o una infusión de regaliz, menta y anís verde si te apetece un sabor dulce sin necesidad de añadir azúcar. No sólo te calman, también te hidratan, son digestivas y te aportan nutrientes saludables y antioxidantes.
7. Dedícate a las matemáticas y entrena cada día. Cada medio kilo de grasa contiene 4.500 kcal o lo que es lo mismo, necesitas todas esas kcal para deshacerte de medio kilo de grasa pura (1 g de grasa = 9 kcal). Con que elimines 600 kcal por día con un poco de ejercicio y cuidando tu alimentación verás que tu cantidad de grasa disminuye en casi 500 g por semana (600 x 7 días = 4.200 kcal).