Cuando asistimos a un gimnasio lo primero que nos encontramos son máquinas que nos servirán para realizar todo tipo de ejercicios y rutinas de entrenamiento. Las maquinas son uno de los elementos fundamentales de un gimnasio, y por ello casi todos nosotros las utilizamos a menudo, pero es importante que tengamos en cuenta algunos puntos a la hora de saber si esa máquina estará bien colocada o en perfecto estado de uso para no hacernos daño.
Todas las maquinas necesitan un mantenimiento para estar siempre perfectas y responder así a nuestros entrenamientos con total normalidad. Para saber si esto es así debemos fijarnos en algunos puntos. Muchas maquinas que soportan gran tensión cuando realizamos ejercicio están sin anclar en el suelo, un riesgo para nuestra salud, ya que mientras realizamos el ejercicio soltamos mucha fuerza y energía que recae sobre la maquina, si no está anclada corremos el riesgo de que se mueva o se caiga y nos lesionemos.
La colocación y estado de los agarres es otro punto que debemos tener en cuenta, y es que estos deben estar siempre a nuestra disposición para hacer más cómoda la realización del ejercicio. Si no están a mano es importante que se puedan regular a nuestra altura en cualquier momento. También estos agarres deben estar recubiertos de una superficie antideslizante que ayude a que nuestras manos se agarren mucho mejor, pues es importante que a lo largo de todo el ejercicio nos aseguremos un agarre perfecto para así poder elevar el peso de manera eficaz y sin correr ningún topo de riesgo.
El estado de las sogas es otra de las cosas que debemos tener en cuenta, y es que estas son las que aguantan el empuje y una gran tensión cuando estamos realizando cualquier tipo de ejercicio en polea. Es necesario que nos fijemos si están bien agarradas a las pesas como a los asideros, ya que si se sueltan a mitad del ejercicio los daños pueden ser muy grandes, pues corremos el riesgo de lesionarnos si al hacer fuerza se suelta la polea y toda la energía que acumulamos se convierte en algo que nos hace caernos o dar a los músculos una sacudida inesperada.
Junto a esto el estado de los soportes y los asientos es esencial, pues en muchos casos están rotos o deteriorados y no se pueden ajustar a nuestras necesidades. En estos casos es preferible no usar esa máquina pues es mejor no hacer el ejercicio y cambiarlo por otro que hacerlo mal. Es importante que antes de decidirnos a usar una maquina tengamos esto en cuenta para evitar sustos que nos pueden desencadenar una lesión inesperada que frene nuestra evolución deportiva. Es necesario que nos fijemos en los aparatos que vamos a usar, y si no nos convencen sus condiciones dejar de hacer ese ejercicio y sustituirlo por otro.
Todas las maquinas necesitan un mantenimiento para estar siempre perfectas y responder así a nuestros entrenamientos con total normalidad. Para saber si esto es así debemos fijarnos en algunos puntos. Muchas maquinas que soportan gran tensión cuando realizamos ejercicio están sin anclar en el suelo, un riesgo para nuestra salud, ya que mientras realizamos el ejercicio soltamos mucha fuerza y energía que recae sobre la maquina, si no está anclada corremos el riesgo de que se mueva o se caiga y nos lesionemos.
La colocación y estado de los agarres es otro punto que debemos tener en cuenta, y es que estos deben estar siempre a nuestra disposición para hacer más cómoda la realización del ejercicio. Si no están a mano es importante que se puedan regular a nuestra altura en cualquier momento. También estos agarres deben estar recubiertos de una superficie antideslizante que ayude a que nuestras manos se agarren mucho mejor, pues es importante que a lo largo de todo el ejercicio nos aseguremos un agarre perfecto para así poder elevar el peso de manera eficaz y sin correr ningún topo de riesgo.
El estado de las sogas es otra de las cosas que debemos tener en cuenta, y es que estas son las que aguantan el empuje y una gran tensión cuando estamos realizando cualquier tipo de ejercicio en polea. Es necesario que nos fijemos si están bien agarradas a las pesas como a los asideros, ya que si se sueltan a mitad del ejercicio los daños pueden ser muy grandes, pues corremos el riesgo de lesionarnos si al hacer fuerza se suelta la polea y toda la energía que acumulamos se convierte en algo que nos hace caernos o dar a los músculos una sacudida inesperada.
Junto a esto el estado de los soportes y los asientos es esencial, pues en muchos casos están rotos o deteriorados y no se pueden ajustar a nuestras necesidades. En estos casos es preferible no usar esa máquina pues es mejor no hacer el ejercicio y cambiarlo por otro que hacerlo mal. Es importante que antes de decidirnos a usar una maquina tengamos esto en cuenta para evitar sustos que nos pueden desencadenar una lesión inesperada que frene nuestra evolución deportiva. Es necesario que nos fijemos en los aparatos que vamos a usar, y si no nos convencen sus condiciones dejar de hacer ese ejercicio y sustituirlo por otro.