¿Quién de nosotros no ha recibido más de una vez publicidad al correo personal? Constantemente estamos siendo bombardeados por campañas que nos prometen numerosos beneficios a varios niveles. En concreto debemos prestar especial atención a muchas campañas que nos llegan de productos encaminados a mejorar la salud, y que realmente se trata de una venta pura y dura y sin ninguna garantía, o lo que es peor, un timo. Por ello queremos analizar esto y saber si debemos o no creernos todo lo que nos llega al correo.
Constantemente nos vemos bombardeados por anuncios que nos invitan a probar un determinado producto para adelgazar o aumentar la masa muscular, así como para disminuir los niveles de colesterol o transaminasas. Este tipo de publicidad se ha puesto muy de moda, y en muchos casos esconde detrás una red de falsificación de productos farmacéuticos. Es importante que tengamos cuidado con esto, ya que los riesgos que corremos son muchos.
En primer lugar debemos ser conscientes de que este tipo de publicidad tiene que estar avalada por algún organismo. No podemos recibir publicidad sin más, y mucho menos sin haberlo pedido nosotros expresamente, pues esto ya es un primer signo para desconfiar. En la mayoría de los casos nos ofrecen productos que solamente se adquieren con receta médica, por lo que es otro motivo de más para desconfiar de su contenido, pues por ley este tipo de productos no se puede obtener de esta manera.
Lo que más nos tiene que preocupar son los ingredientes y componentes de estos medicamentos y tratamientos que se nos ofrecen a través de internet, y es que en su mayoría son fraudulentos, pues casi todos son imitaciones que no han sido testadas en laboratorios y que pueden tener una serie de efectos en nuestro organismo. Por ello es necesario que huyamos de ellos, ya que además, si no conocemos bien su composición puede hacernos daño, pues pueden acabar por desarrollar en nosotros reacciones adversas y nocivas.
Es importante que nos mentalicemos que estos anuncios no nos van a aportar ninguna de las ventajas que nos ofrecen. Ante todo debemos tener presente una cosa a la hora de decantarnos por un tratamiento u otro, debe estar siempre supervisado por un médico que lo adecue a nuestra forma de ser y a las características propias de cada uno de nosotros. Por ello no podemos recurrir a anuncios generalizados que poco tienen en cuenta nuestras necesidades. Aunque esta se a la opción más cómoda debemos eliminarla.
Via: vitonica
Constantemente nos vemos bombardeados por anuncios que nos invitan a probar un determinado producto para adelgazar o aumentar la masa muscular, así como para disminuir los niveles de colesterol o transaminasas. Este tipo de publicidad se ha puesto muy de moda, y en muchos casos esconde detrás una red de falsificación de productos farmacéuticos. Es importante que tengamos cuidado con esto, ya que los riesgos que corremos son muchos.
En primer lugar debemos ser conscientes de que este tipo de publicidad tiene que estar avalada por algún organismo. No podemos recibir publicidad sin más, y mucho menos sin haberlo pedido nosotros expresamente, pues esto ya es un primer signo para desconfiar. En la mayoría de los casos nos ofrecen productos que solamente se adquieren con receta médica, por lo que es otro motivo de más para desconfiar de su contenido, pues por ley este tipo de productos no se puede obtener de esta manera.
Lo que más nos tiene que preocupar son los ingredientes y componentes de estos medicamentos y tratamientos que se nos ofrecen a través de internet, y es que en su mayoría son fraudulentos, pues casi todos son imitaciones que no han sido testadas en laboratorios y que pueden tener una serie de efectos en nuestro organismo. Por ello es necesario que huyamos de ellos, ya que además, si no conocemos bien su composición puede hacernos daño, pues pueden acabar por desarrollar en nosotros reacciones adversas y nocivas.
Es importante que nos mentalicemos que estos anuncios no nos van a aportar ninguna de las ventajas que nos ofrecen. Ante todo debemos tener presente una cosa a la hora de decantarnos por un tratamiento u otro, debe estar siempre supervisado por un médico que lo adecue a nuestra forma de ser y a las características propias de cada uno de nosotros. Por ello no podemos recurrir a anuncios generalizados que poco tienen en cuenta nuestras necesidades. Aunque esta se a la opción más cómoda debemos eliminarla.
Via: vitonica