1-Visualiza tu entrenamiento. Antes de tu próxima sesión en el gimnasio, tómate 10 segundos para visualizarte a tí mismo entrenando y haciéndolo con energía, según recomienda Jason Selk, psicólogo y autor. También servirá para predisponerse positivamente de cara al entrenamiento.
2-Aprovecha tus pausas. Al momento de estar en el gimnasio, procura que el tiempo que pases entre sesión y sesión en tu rutina no sea tiempo muerto, por el contrario, realiza estiramientos y movimientos suaves de elongación.
Según un estudio que se publicó en el Clinical Journal of Sports Medicine, quienes estiraban los ligamentos y cuadríceps no sólo tenían más flexibilidad, sino que también fortalecían estas zonas y los músculos de forma más rápida.
3-No elijas siempre los ejercicios favoritos. Busca variedad, y cambia entre máquinas de fuerza, pesas, repeticiones sin peso, apuesta siempre por el cambio, según aconseja Tom Holland, experto en fitness de Darien, Connecticut. Un día concéntrate en las máquinas, al siguiente en las pesas, y al otro sólo en ejercicios con tu cuerpo.
4- No postergues lo que menos te gusta. En el caso de que no te guste realizar abdominales o sentadillas, o cualquier otro ejercicio en particular, pues no los dejes para lo último, por el contrario, hazlos en primer lugar. Si los dejas para cuando estés cansado seguramente los saltearás, y repetir este hábito no ayudará.
5-Alterna el medio. Otro consejo es cambiar la superficie del ejercicio. Hacer actividad sobre la tierra y luego en el agua, en una misma sesión, es una experiencia que no sólo mejorará la salud cardiovascular sino que también ayudará a modelar y tonificar más los músculos, según aseguró Lauren Goldberg, entrenadora personal de Nueva York.