Es uno de los ejercicios clásicos con mancuernas para trabajar la parte anterior del hombro. Es un ejercicio muy agradecido pero también con el que hay que tener cuidado, ya que su mala ejecución puede ocasionarnos problemas de hombro o espalda.
Las elevaciones frontales se pueden hacer alternas (como en el video) o simultáneas. Se suelen hacer alternas cuando queremos trabajar de manera más analítica cada hombro. Y es cuando no debemos pasarnos con el peso, porque suele haber movimientos oscilantes de columna que acabarán por dañarnos la zona de la espalda baja.
Si cuentas con una buena musculatura inferior puedes adoptar una posición como la del video, pero si quieres más estabilidad abre las piernas a la anchura de los hombros y flexiona ligeramente las rodillas, esto aumenta la base de sustentación y evitamos pequeños desequilibrios y movimientos “raros”.
Cada vez que subimos aprovechamos para soltar el aire y al bajar lo tomamos de nuevo, en este ejercicio se tiende a retener el aire al subir y esto aumenta en exceso la presión. La subida es hasta la altura de los ojos, si subimos más estamos forzando el hombro porque el deltoides pierde efectividad pasado ese ángulo.
Con este ejercicio no sólo se trabaja el deltoides, la parte alta o clavicular del pectoral también es solicitada y en la zona de la espalda, serrato mayor y romboides fijan los omoplatos a la caja torácica para dar estabilidad al movimiento del húmero.