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16 de octubre de 2009

¿Cinta andadora o correr al aire libre?

Hay quiénes prefieren el correr en la cinta andadora, y hay quiénes prefieren el salir a correr. Aunque claro, mucho dependerá también de las posibilidades de cada uno y de las condiciones climáticas y la existencia de espacios apropiados -y cercanos a nuestra casa- de la ciudad en la que vivamos.

De cualquier modo, te propongo en este post considerar algunas de las ventajas y desventajas del hacerlo en la cinta andadora, es decir, en el gimnasio o, quizá, en tu hogar si tienes una, y del hacerlo en el exterior.

-En principio, claro, la cinta te evitará tener que considerar para tu ejercicio el factor clima: llueve, nieve o truene podrás ejercitar igual, en condiciones de temperatura apropiadas y sin problemas.

En el otro extremo, si no te gustan los gimnasios o no puedes pagarte uno todos los meses, tampoco estarás entonces en condiciones de comprarte una cinta andadora: su valor puede rondar actualmente en los 3.000 euros.

De modo similar, tampoco deberemos preocuparnos por el terreno o por donde ponemos nuestros pies al correr, ya que la superficie será siempre igual, llana y cómoda. Además, es más benéfico que un asfalto duro para las articulaciones.

Una desventaja, por el contario, es que una cinta consume gran cantidad de electricidad ni es ecológica, lo que sí es el correr al aire libre (sólo te demandará tus calorías).

Seguramente una cinta también será más segura, no estarás expuesto en la calle, ni a robos ni a ningún otro riesgo, aunque si se opta por la cinta nos perderemos el encanto de un paisaje agradable, una brisa sobre la cara o el placer de correr con un amigo o compañero.

Sin embargo, con la cinta podremos escuchar música o incluso mirar televisión mientras ejercitamos. De cualquier modo, ésta última puede alivianar en parte el trabajo, reducir la resistencia necesaria y, por ende, terminar quemando menos calorías en un mismo lapso.

La cinta nos permitirá conocer con exactitud nuestro trabajo físico: la distancia recorrida, el tiempo y la intensidad del entrenamiento, así como también llevar un seguimiento a través de los días, semanas y meses. Sin embargo, puede ser también una opción aburrida y monótona que, al cabo del tiempo, termine cansándonos y, por ende, terminemos abandonando su práctica.

En fin, como todo, una u otra forma tiene sus caras, sus pro y sus contras, y en definitiva la elección quedará a merced de nuestras preferencias, posibilidades y ganas.

Via: vitadelia