El fin de semana, cuando las actividades laborales disminuyen y aprovechamos el día para reunirnos con amigos o asistir a otros eventos sociales, la dieta se puede ver amenazada, sin embargo, podemos salvarla teniendo en cuenta algunos consejos.
Levantarnos más tarde, no asistir al gimnasio y hasta aburrirnos o darnos un gusto, hace que los días del fin de semana pongan en la cuerda floja nuestra dieta.
No obstante, teniendo en cuenta cuáles son las causas de los "permisos" de la dieta y por qué se cambia tanto la alimentación a partir del viernes por la noche, podemos mantener una alimentación en condiciones y no dejar que el fin de semana arruine nuestra dieta.
Sigue los siguientes consejos:
- Intenta levantarte unas dos horas antes del almuerzo, de manera de no saltear el desyuno y así, llegar con menos hambre a la comida principal, ya que además, cuando nos levantamos justo para almorzar, asumimos que podemos comer más porque no hemos comido en el desayuno y ésta idea errónea puede pasarnos factura en la balanza.
- Controla las porciones de alimentos que ingieres, porque es probable que la comida de los fines de semana tenga características distintas a la de la semana, pero si te moderas en la cantidad, la calidad diferente no será tan grave.
- Procura no saltear comidas durante el día, porque como en el caso del desayuno, no contribuyen a cuidar la dieta.
- Cuidado con las bebidas alcohólicas y los dulces, porque sin darnos cuenta, los fines de semana consumimos este tipo de alimentos de forma no moderada y así, ponemos en riesgo la dieta saludable.
- Recuerda que un tropezón no es caída y si sabes que haz comido una porción de torta que no debías, no continúes con los errores, porque agravarás todo, sino piensa que ha sido un tropezón y que después de éste puedes caminar por tu dieta equilibrada sin dificultad.
- Siéntate para comer, come despacio y disfruta de los eventos sociales prestando atención a lo que comes, ya que de esta forma controlarás mejor lo que ingieres y cuánto ingieres.
- Intenta realizar algo de actividad física, aunque sea jugar con los niños, con el perro o salir a caminar por el parque o ver vidrieras, sobre todo, busca de hacer algo de ésto cuando tengas deseos de comer y ya lo haz hecho una hora antes.
Teniendo en cuenta éstos sencillos consejos, podemos salvar nuestra dieta sin dejar de relajarnos y disfrutar de los fines de semana, ya que no todo lo bueno pasa por comer, sino que nuestra salud necesita de muchas otras cosas para verse beneficiada.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar