
La sobrecarga progresiva es el incremento gradual del estrés al que sometemos al organismo durante el entrenamiento, ya sea porque modificamos el peso o bien, porque cambiamos la frecuencia, la duración, los ejercicios o el volumen de entrenamiento.
Con ésta premisa, todos debemos implementar este principio de entrenamiento ya sea en el gimnasio o en un deporte específico, pues debemos estimular al organismo a mejorar su condición física y debemos hacerlo gradualmente, porque si imponemos las sobrecargas de forma apresurada, se detendrá el rendimiento tanto a nivel muscular como cardiovascular.
Entonces, para aplicar sobrecargas progresivas y mejorar nuestra condición o forma física, podemos usar los siguientes recursos prácticos:
- Aumentar el número de repeticiones
- Aumentar el peso usado o la resistencia a vencer
- Aumentar el número de veces que entrenamos por semana
- Aumentar a duración de las sesiones de entrenamiento.
- Cambiar el tipo de ejercicios por otros que exijan más coordinación o equilibrio
Aplicando el principio de sobrecarga, estamos imponiendo un estímulo nuevo al cuerpo o más intenso que genera estrés, después del cual el organismo necesita adaptarse para incrementar su resistencia y respuesta ante éste estímulo, lo cual permite sufrir adaptaciones neurológicas y musculares después que permitirán ver resultados graduales con el entrenamiento.
Via: vitonica