Las vitaminas son un micronutriente, es decir nuestro cuerpo necesita muy poca cantidad para funcionar correctamente. Además, se encuentran en pequeñas dosis en la mayoría de los alimentos, a diferencia de las proteínas o los hidratos de carbono que se miden por gramos. Esto es lo que hace que nuestro cuerpo complete bien las necesidades que tiene de vitaminas. A pesar de todo, son muchos los que echan mano de complementos vitamínicos que en la mayoría de los casos no son necesarios y que se pueden evitar.
Antes de nada debemos tener en cuenta que ningún alimento contiene todas las vitaminas necesarias para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Por este motivo debemos seguir una dieta variada en la que las frutas y verduras de todo tipo estén presentes, ya que son las principales fuentes de vitaminas que nos brinda la alimentación. Con las vitaminas no sucede lo mismo que con las proteínas o los hidratos, que se obtienen de un alimento sin más, sino que debemos ser variados para no caer en la falta de alguna de ellas.
Si seguimos un tipo de alimentación variada conseguiremos sin ninguna dificultad los niveles de vitaminas que el cuerpo necesita para realizar sus funciones adecuadamente. La alimentación es la forma más natural de recibir las vitaminas necesarias. Aunque son muchas las personas que echan mano de complementos que en la mayoría de los casos no son necesarios. Es cierto que cada vez las prisas y la forma de vida hacen que descuidemos la dieta, pero manteniendo cuidado conseguiremos obtener las vitaminas necesarias para funcionar con normalidad.
Los complementos vitamínicos son recomendables en personas que por diversos motivos no siguen una alimentación variada y necesitan recibir algún tipo determinado de estos nutrientes que no obtienen a través de los alimentos, ya que de otra manera su cuerpo no podrá realizar las funciones básicas. Pero siempre y cuando comamos adecuadamente no debemos echar mano de estos preparados, ya que un exceso vitamínico no es nada bueno, pues algunas como la vitamina C o la D en exceso pueden resultar tóxicas para el organismo, empeorando nuestra salud.
Para evitar esto simplemente servirá con incorporar a nuestra dieta alimentos crudos como los vegetales y las frutas que son la principal fuente de vitaminas que el organismo tiene y que tan bien nos van a hacer. Ingiriendo al menos cinco raciones diarias de estos alimentos obtendremos los niveles deseados de vitaminas. Un consejo puede ser guiarnos de los colores de los alimentos que son el distintivo de un determinado contenido vitamínico, por eso debemos variar los colores e intentar comer de todos.
Via: vitonica