La mayoría de las mujeres que trabajan largas horas del día sentadas, padecen estos problemas corporales, con el agravante de no tener tiempo para ellas, ya que la mayoría cumple con el rol de mujer, mamá, polola, etc; lo cual se traduce en que la calidad de vida se ve muy limitada para realizar aquellas actividades en beneficio de ellas:
- Ejercicios físicos
- Buena dieta
- Caminar
I. ¿Qué es la celulitis?
Se trata de un desorden funcional y estético, que afecta principalmente a la mujer. Se manifiesta por la acumulación de líquidos y grasas en algunas zonas del cuerpo. Esta acumulación se produce en el tejido celular subcutáneo (grasa) que se encuentra inmediatamente por debajo de la piel, y compromete la circulación de esa zona, incluyendo la piel que está por encima.
Este concepto excede al hecho del simple cúmulo de grasa, en una región determinada (por ello no responde a la dieta), y habla de una alteración de la estructura del tejido celular subcutáneo, el tejido adiposo y de la circulación vecina. Así, la afección consiste en la formación de un tejido patológico de consistencia similar a la gelatina, conformado por grasa, agua y residuos de estructura que queda atrapada bajo la piel. Es por ello, que aún con las dietas más severas, este tejido no reaccionará como el resto de las grasas, que se eliminan.
II. ¿Cuál es el origen y los factores relacionados?
La celulitis afecta en forma altamente predominante a las mujeres por estar íntimamente relacionada con los importantes cambios hormonales que experimenta a través de su vida. Los factores que la generan son múltiples:
Hereditaria: ya desde la adolescencia comienzan a mostrar un trastorno similar a la silueta de la madre.
Embarazo: produce un agravamiento de la celulitis.
Aumento de peso: complica aún más este cuadro.
Alteraciones en las funciones tiroidea, hepática e intestinal.
Malos hábitos: alimenticios, tabaco, café, algunos medicamentos y hábito sedentario.
III: ¿Dónde se localiza?
El proceso celulítico puede ser corporalmente generalizado o, lo que es mucho más frecuente ubicarse en zonas determinadas.
Los casos generalizados son patrimonio casi exclusivo de mujeres que padecen de obesidad. El trastorno marcado por el binomio obesidad-celulitis, se localiza desde su inicio (pubertad) en los miembros inferiores, acompañado de importantes alteraciones circulatorias. En general en la segunda década de la vida y muchas veces consecutivo al embarazo, se producen aumentos bruscos de peso que progresivamente llevan a una afectación generalizada que recrudece en la menopausia y complica otros sistemas, tales como el osteoarticular y el cardiovascular.
La celulitis localizada, por su parte, es la forma más frecuente y las zonas preferenciales de ubicación corresponden a abdomen, muslos (sectores superior, interno y posterior), nalgas, rodillas (cara interna), tobillos, espalda (parte inferior y superior) y algunas otras regiones.
IV. PAUTA DE EJERCICIOS ESPECÍFICOS:
A continuación te sugerimos algunos ejercicios para atenuar el proceso de celulitis:
Ejercicio N°1
Propósito: fortalecer los músculos abductores y glúteos.
Posición: decúbito dorsal con las piernas cerradas y juntas sosteniendo una almohada en el medio con la espalda derecha en el suelo y los brazos en el abdomen relajados.
Movimiento: juntar las piernas (abductores) en el centro y contraer los glúteos subiendo las caderas.
Ejercicio N°2
Propósito: fortalecer los glúteos.
Posición: en posición de cuadrupedia, los brazos semiflextados en el suelo con apoyo palmar, mientras una rodilla va apoyada en el suelo y la pierna contraria se eleva en forma extendida hasta la altura de la cadera.
Movimiento: elevar la pierna hasta la altura de la cadera para contraer el glúteo firmemente.
Evitar: no elevar nunca la pierna más arriba de la línea de los hombros y mantener firme los abdominales para no flexionar la zona lumbar.
Ejercicio N°3
Propósito: fortalecer los músculos del cuadriceps, isquiotibiales y glúteos.
Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una pequeña semiflexión de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al centro de gravedad.
Movimiento: alternando el movimiento de semiflexión de rodillas de cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de los músculos principales.
Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.
Ejercicio N°4
Propósito: fortalecer los músculos del cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.
Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una flexión profunda de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al centro de gravedad.
Movimiento: alternando el movimiento de flexión de rodillas de cada pierna es de casi 90° por cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de los músculos principales en especial glúteo.
Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.
Ejercicio N°5:
Propósito: fortalecer los músculos abductores, cuádriceps y glúteos.
Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.
Movimiento: flexión de rodillas hasta los 90°, para actuar los músculos de cuádriceps, abductores y glúteos.
Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.
Ejercicio N°6
Propósito: fortalecer los músculos abductores, abductores, cuádriceps y glúteos.
Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.
Movimiento: flexión de una rodilla trasladando el peso del tronco a la rodilla en flexión, mientras la otra pierna permanece extendida, para realizar posteriormente el cambio.
Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.
Pauta a considerar según grado de condición física:
Principiante : 2 series, 8 a 10 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Intermedio : 3 series, 10 a 12 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Avanzado : 4 series, 15 a 20 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Via: entrenateya
- Ejercicios físicos
- Buena dieta
- Caminar
I. ¿Qué es la celulitis?
Se trata de un desorden funcional y estético, que afecta principalmente a la mujer. Se manifiesta por la acumulación de líquidos y grasas en algunas zonas del cuerpo. Esta acumulación se produce en el tejido celular subcutáneo (grasa) que se encuentra inmediatamente por debajo de la piel, y compromete la circulación de esa zona, incluyendo la piel que está por encima.
Este concepto excede al hecho del simple cúmulo de grasa, en una región determinada (por ello no responde a la dieta), y habla de una alteración de la estructura del tejido celular subcutáneo, el tejido adiposo y de la circulación vecina. Así, la afección consiste en la formación de un tejido patológico de consistencia similar a la gelatina, conformado por grasa, agua y residuos de estructura que queda atrapada bajo la piel. Es por ello, que aún con las dietas más severas, este tejido no reaccionará como el resto de las grasas, que se eliminan.
II. ¿Cuál es el origen y los factores relacionados?
La celulitis afecta en forma altamente predominante a las mujeres por estar íntimamente relacionada con los importantes cambios hormonales que experimenta a través de su vida. Los factores que la generan son múltiples:
Hereditaria: ya desde la adolescencia comienzan a mostrar un trastorno similar a la silueta de la madre.
Embarazo: produce un agravamiento de la celulitis.
Aumento de peso: complica aún más este cuadro.
Alteraciones en las funciones tiroidea, hepática e intestinal.
Malos hábitos: alimenticios, tabaco, café, algunos medicamentos y hábito sedentario.
III: ¿Dónde se localiza?
El proceso celulítico puede ser corporalmente generalizado o, lo que es mucho más frecuente ubicarse en zonas determinadas.
Los casos generalizados son patrimonio casi exclusivo de mujeres que padecen de obesidad. El trastorno marcado por el binomio obesidad-celulitis, se localiza desde su inicio (pubertad) en los miembros inferiores, acompañado de importantes alteraciones circulatorias. En general en la segunda década de la vida y muchas veces consecutivo al embarazo, se producen aumentos bruscos de peso que progresivamente llevan a una afectación generalizada que recrudece en la menopausia y complica otros sistemas, tales como el osteoarticular y el cardiovascular.
La celulitis localizada, por su parte, es la forma más frecuente y las zonas preferenciales de ubicación corresponden a abdomen, muslos (sectores superior, interno y posterior), nalgas, rodillas (cara interna), tobillos, espalda (parte inferior y superior) y algunas otras regiones.
IV. PAUTA DE EJERCICIOS ESPECÍFICOS:
A continuación te sugerimos algunos ejercicios para atenuar el proceso de celulitis:
Ejercicio N°1
Propósito: fortalecer los músculos abductores y glúteos.
Posición: decúbito dorsal con las piernas cerradas y juntas sosteniendo una almohada en el medio con la espalda derecha en el suelo y los brazos en el abdomen relajados.
Movimiento: juntar las piernas (abductores) en el centro y contraer los glúteos subiendo las caderas.
Ejercicio N°2
Propósito: fortalecer los glúteos.
Posición: en posición de cuadrupedia, los brazos semiflextados en el suelo con apoyo palmar, mientras una rodilla va apoyada en el suelo y la pierna contraria se eleva en forma extendida hasta la altura de la cadera.
Movimiento: elevar la pierna hasta la altura de la cadera para contraer el glúteo firmemente.
Evitar: no elevar nunca la pierna más arriba de la línea de los hombros y mantener firme los abdominales para no flexionar la zona lumbar.
Ejercicio N°3
Propósito: fortalecer los músculos del cuadriceps, isquiotibiales y glúteos.
Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una pequeña semiflexión de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al centro de gravedad.
Movimiento: alternando el movimiento de semiflexión de rodillas de cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de los músculos principales.
Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.
Ejercicio N°4
Propósito: fortalecer los músculos del cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.
Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una flexión profunda de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al centro de gravedad.
Movimiento: alternando el movimiento de flexión de rodillas de cada pierna es de casi 90° por cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de los músculos principales en especial glúteo.
Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.
Ejercicio N°5:
Propósito: fortalecer los músculos abductores, cuádriceps y glúteos.
Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.
Movimiento: flexión de rodillas hasta los 90°, para actuar los músculos de cuádriceps, abductores y glúteos.
Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.
Ejercicio N°6
Propósito: fortalecer los músculos abductores, abductores, cuádriceps y glúteos.
Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.
Movimiento: flexión de una rodilla trasladando el peso del tronco a la rodilla en flexión, mientras la otra pierna permanece extendida, para realizar posteriormente el cambio.
Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.
Pauta a considerar según grado de condición física:
Principiante : 2 series, 8 a 10 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Intermedio : 3 series, 10 a 12 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Avanzado : 4 series, 15 a 20 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Via: entrenateya