En el análisis de estas dos variantes, existen quienes critican la pirámide ascendente por que quienes la realizan saben desde un principio que deberán levantar mucho más peso, entonces, no trabajan con la concentración ni la intensidad necesaria en las primeras series y cuando llegan a la cúspide de la pirámide, se sienten plenamente cansados.
Sin embargo, la pirámide descendente puede significar más riesgo de lesión, ya que se debe comenzar con pesos máximos sin previo trabajo que prepare los músculos.
Por otro lado, existe la pirámide truncada, que sigue los principios de la pirámide clásica ascendente pero finaliza con cargas medias y no llega a pesos máximos, éste tipo de pirámide podría ser más apropiada para las personas menos experimentadas.
En cualquiera de las pirámides, las serie serán entre 4 y 5 y el número de repeticiones será entre 4 y 15, siempre existiendo un descanso entre series de 2 minutos aproximadamente.
Las pirámides pueden realizarse con diversos grupos musculares, pero siempre debe efectuarse correctamente la técnica, por lo que es conveniente que si nunca las haz realizado, solicites la ayuda de un profesional.
Además, como siempre decimos, no constituye un método de entrenamiento único, sino que alternar con otros sistemas dará mejores resultados.
No obstante, las pirámides tienen gran aceptación ya que no sólo permiten incrementar la fuerza, sino que al mismo tiempo, brindan la posibilidad de hipertrofiar.