Ponerte morado de azúcar y féculas no solo te aumenta el perímetro de cintura, sino que además, según unos investigadores de la Universidad de Duke (EE.UU.), comer demasiados carbohidratos podría ser perjudicial para el hígado.
La razón, según declara el autor del estudio Eric Westman, es que el exceso de azúcar en sangre se convierte en grasa en el hígado, donde puede acumularse y acabar causando esteatosis hepática no alcohólica.
Pero no te asustes, hay buenas noticias: los científicos hallaron que los pacientes que siguieron un régimen bajo en carbohidratos perdieron peso y se curaron de su dolencia en 6 meses.
Estás en situación de riesgo si tu nivel de glucemia en ayunas es superior a 100 miligramos por decilitro, lo que significa que tu organismo no procesa bien los carbohidratos.